EL SEÑUELO DEL PIN-PON.
El asunto no es PIN sí o PIN no, qué gilipollez. Lo del PIN
es una invención absurda de la derecha boba, que los del PON han aprovechado
para marear la perdiz. Esto es, sigue la pelotita, pin-pon, y nosotros mirando
a un lado y a otro como carajotes, mientras unos y otros nos aligeran la saca.
Deberíamos dejarnos de gilipolleces y preguntarnos, qué fue
de esa asignatura llamada ética, que nunca se tomó en serio, y por qué
desterraron la filosofía, que por otra parte, pocos profesores supieron
explicar bien. Yo por desgracia no tuve ninguno que mereciera la pena.
Porque esa es otra. El sistema educativo español deja mucho
que desear, y así nos va. Ha ido de mal en peor, entre otras cosas, porque la
carrera de magisterio ha sido
considerada como carrera para salir del paso para aquellos, que metidos en la
vorágine de la titulitis, no tenían claro qué estudiar. Al ser la nota de corte
tirando a baja, y ser de corta duración, los que querían salir pronto del paso
para contentar a sus padres, se apuntaban. Además ha sido objeto de la
politización, y ya sabemos lo que pasa con todo cuando la política española
mete sus zarpas en la cubertería de plata.
Si quieren arreglar algo, deberían de dejarse de pines, de
talleres y de pseudo-formadores, y empezar por subsanar el problema de la
educación, aumentando la nota de corte de magisterio para que accedan los
mejores, incentivando la profesión con mejores sueldos, para que compense el
sacrificio, y consensuando un modelo lo más parecido al que tienen los países
más avanzados. Un modelo educativo, no político.
Si el modelo español actual no garantiza un nivel de
comprensión de lectura aceptable, qué cojones van a conseguir mejorar la
calidad moral de los alumnos con talleres y experimentos sociales que no se
creen ni ellos.
Además, diré algo que puede chirriar a quienes vivan en los
mundos de Yupi, allá ellos. Ningún modelo educativo, por avanzado que sea,
acabará con el problema de la violencia de género, ni de cualquier otra índole.
De hecho, en los países más avanzados en materia educativa, ese problema es incluso
más grave que en España. A todos se nos enseña en las familias de bien, que no
procede asesinar, violar o robar, y sin embargo se sigue asesinando y se sigue
robando. Seguirá habiendo asesinatos, violaciones, guerras, atracos, abusos, y
seguirá habiendo todo lo contrario.
Es la condición del género humano y no la va a rectificar el primer gilipollas que
monte un taller pseudo-formativo. Si caso, algo podrá hacer un profesorado con
buena formación, integrado en un sistema educativo eficiente, y las familias
que aun conserven valores elementales. Pero la garantía nunca será absoluta,
porque la dinámica universal está basada en el caos, funciona con las
diferencias de potencial, con el “bien y el mal” concepción humana, que a la
dinámica universal se la trae al pairo. No seamos ingenuos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario