miércoles, 29 de julio de 2020

VOSOTROS SÍ, NOSOTROS NO.


VOSOTROS SÍ, NOSOTROS NO.

Esta mañana tropecé en el desayuno, con una imagen televisiva en el que se veía a los miembros del gobierno haciendo piña en el hemiciclo. Literalmente. Todos muy pegaditos, hombro con hombro, para dar sensación de solidez supongo.
Pero de nuevo me pregunto dónde queda el ejemplo de lo que ellos predican/imponen al común de los ciudadanos, en este caso, el distanciamiento social. Dónde queda el metro y medio de marras. Simón recomienda no viajes, pero Simón, se va a Portugal cual teniente coronel Kilgore, en plan me sobran cojones para hacer surf en esta playa. Simón recomienda distancia social, pero sus colegas se apretujan en el hemiciclo para parecer más grandes y más ruidosos que sus adversarios políticos. Todo sea por la causa.
Ni qué decir que se lo pueden permitir, pues a estos les harán las pruebas de control a diario. Pero sucede que Simón dice que no es recomendable hacer pruebas de ese tipo a todo el mundo, salvo para ellos, incluidos sus adversarios políticos, pues no nos engañemos, van en el mismo barco, un crucero de lujo con todas las comodidades. Pero a los que navegamos en un esquife, achicando agua como a quien lleva el diablo para no hundirnos, que nos jodan.
Lo más preocupante de todo es cuando Simón dice, y hay personas que aplauden con las orejas, tatuándose en algunos casos su efigie en un muslo, que tiene miga la cosa. Aplauden diga lo que diga, en un sentido y en el antagónico. Eso sí que es preocupante. Si Simón fuese brújula… madrepariós, no íbamos a ganar para imanes para compensar sus desvíos/desvaríos. Pero no olvidemos que Simón no es más que el mensajero, el que recibe los tomatazos en la cara, o las simpatías de los de la fe inquebrantable, capaces de perdonar una tras otra los desmanes su dios, por temor a que venga el demonio.  

miércoles, 15 de julio de 2020

TOTETE WASH


TOTETE WASH

Leo textualmente; “Hand wash, una aplicación de Samsung para recordarnos que nos lavemos las manos”.
Así que no me extrañaría nada que en breve, estos lumbreras de las APPs implementen la versión con las aplicaciones “Cerete wash” para recordarnos la limpieza de los cuartos traseros. O “Cipote wash” para limpiar el caño, y su variante femenina “Totete wash” para que aquello no huela a lonja de pescado en pleno agosto a las tres de la tarde.
Me pregunto qué suerte de estúpidos marranos hay hoy día, para que tengan que crear una aplicación que recuerde aquello que antaño nos inculcaban apenas empezábamos a dar los primeros pasos. Cómo es posible que haya gente capaz de manejarse con aplicaciones que a veces se me antojan complicadas, que necesite un cacharro que les avise cuándo toca lavarse las manos y durante cuántos segundos.
Y así, con todo.

domingo, 5 de julio de 2020

DE BASURA VA LA COSA.


DE BASURA VA LA COSA.

La cosa empieza así. Alguno de los incívicos que tenemos en la urbanización, dejó junto a los contenedores de basura un equipo de música deteriorado, con sus correspondientes bafles, y dos sillas jardín de plástico. Esto es, pasó de llevar ese material a un punto limpio, o de llamar al teléfono municipal para la recogida de enseres. De nada sirve que en las circulares de la comunidad se ruegue permanentemente, que por favor no dejen enseres junto a los contenedores de basura.
Y ahora llega la segunda derivada. A la mañana siguiente, la de hoy para más señas, apareció un operario conduciendo un pequeño vehículo del servicio de limpieza municipal, de estos diseñados para acceder por calles estrechas. Van equipados en su parte posterior, de una cuba para basuras, en el que se lee un rótulo en el que reza “Hagamos El Puerto sostenible”. Siguiendo la filosofía del eslogan, operario se detuvo junto a los contenedores, y en vez de llevarse en el vehículo el equipo de música y las sillas, tiró lo primero al contenedor de orgánicos, dejando las sillas donde estaban. Y ahí siguen.
Puede ser que la función del operario no sea la de recoger todo lo que los incívicos dejan fuera de los contenedores, porque el vehículo no da para eso. Pero en vez de tirar los residuos al contenedor que no procede, podría dar aviso a su departamento para que vinieran a retirarlo. Si no es así, para qué cojones está ¿Para cobrar dos mil pavos por pasearse con el cochecito y tirar al contenedor lo que le salga de los cojones? Cobran incluso más que muchos de los sanitarios que se han dejado el hígado combatiendo el COVID, que se dice pronto, así que, qué menos que se ganen el sueldo como es debido.
Porque esa es otra, la mafia de la basura, y la mafia que impera en el ayuntamiento. Es archiconocido  que el departamento responsable de la limpieza municipal, coloca a dedo a los amigotes de los amigotes, algo bastante normalizado en este país. En el vecindario tenemos a uno de esos operarios señalados con el índice, uno que forma parte del grupito de incívicos que dan la nota en el puto bar comunitario. Cuando está pasado de copas, además de palmear como una foca, se jacta de cobrar 2200 euros por manejar un camión de la basura, chanchullos aparte, y aún le parece poco. Por eso se dedica a hacer enganches de luz ilegales, abusa del riego tirando agua de la comunidad, y medra con todo lo que se le pone a tiro, incluida la comunidad de vecinos.
Y así funciona este país de mierda, en el que la clase política es fiel reflejo de la sociedad que los pone a gobernar, tanto, que el mismo basurero colocado a dedo y que cobra un sueldazo aunque no sepa o quiera hacer bien su trabajo, puede acabar siendo concejal y posicionarse aún mejor para medrar hasta reventar, o hasta que lo pillen en un descuido. Bendita democracia.