jueves, 18 de marzo de 2021

UN PUNTITO DE MIEDO

 En relación con esta pandemia, hay quien justifica sus imprudencias recurriendo a la manida frase de que hay que vivir la vida prescindiendo del miedo. Y acerca de esa palabra tabú, miedo, quería hacer una reflexión aprovechando mi actividad onírica reciente.

Anoche soñé que le decía a alguien, mejor que sientas miedo estando vivo, que no sentirlo por estar muerto. O algo así. Y creo que mi subconsciente tiene razón. El miedo es parte intrínseca de todas las especies del reino animal, desde las más tímidas o acobardadas, hasta las más agresivas. Es elemento clave para el éxito de su supervivencia, el disparador de la adrenalina necesaria para la defensa y el ataque.

Por suerte para el ser humano, tenemos la capacidad de discernir entre el miedo infundado que pueda sufrir cualquier otro ser vivo en un momento dado, y el miedo justificado ante la inminencia de una situación peligrosa. Tenemos esa capacidad, si tenemos los conocimientos necesarios, claro está. Por la misma razón, tenemos la capacidad de controlar el miedo evitando que derive en terror. El miedo bajo control nos permitirá afrontar del mejor modo posible una situación peligrosa, porque será el miedo quien la reconozca como tal, y será la calma la que tome cartas en el asunto.

Así que Juan sin miedo no es ningún valiente, es un temerario, un engreído insolidario que crea situaciones de riesgo que paradójicamente tienden a poner en peligro a los demás. Generalmente, cuando el lobo trinca por sus partes a Juan sin miedo, poniéndole de manifiesto la cruda realidad antes de darle matarile, pasará directamente de la ausencia de miedo, al terror; ojos desorbitados con las venas a punto de reventar, pérdida de fluidos corporales, clamando por su vida y pidiendo un cura para salvar su alma aún habiendo sido ateo.

No se trata de vivir acobardados, pero hay que hacer caso razonable a los miedos razonables, para afrontar los riesgos razonablemente. Mejor un puntito de miedo en vida, que un Juan sin miedo muerto prematuramente.