viernes, 26 de abril de 2024

NO OS CONFUNDÁIS.

No os confundáis. Que sea crítico con el gobierno de turno, no me convierte en uno de los vuestros. Aquí el menda no cree en dioses, ni precisa de líderes, ni es forofo de ningún equipo, de hecho, hace tiempo que me la sudan las banderas de toda índole.  Soy un  verso libre, eso que tanto incomoda. Los rediles y los pastores no van conmigo.
Lo digo, para no decepcionar a los ilusos, ni crear expectativas para los que, confundidos, me toman por aliado o por enemigo. Me vanaglorio desde hace tiempo, de disfrutar de un horizonte más amplio y despejado, como el de los mares abiertos. Los charquitos confinados de aguas putrefactas no me interesan. Sin acritud.

martes, 23 de abril de 2024

INCOMPETENTES HASTA PARA PONER UN CARTEL.

Cádiz, Fuerte de la Cortadura en la playa homónima. Construido en la primera década del siglo XIX.
Ahora centrémonos en el cartelito. A priori, tiene su utilidad, pues informa sobre cómo proceder en caso de verse atrapado por las corrientes que generan las resacas. Hasta ahí bien.
El problema se plantea por partida doble por el sitio en el que lo han emplazado. Primero, aunque no sea lo más importante, por qué se les ha ocurrido colocarlo justo delante del fuerte, a un par de metros del mismo, destrozando la composición fotográfica, artística, visual, o como quieran llamarlo, habiendo kilómetros de playa para clavar el puñetero cartelito. Puede ser que algunos tengan la sensibilidad artística en el callejón del viento y les parezca una tontería lo que estoy planteando, en cuyo caso paso al punto segundo.
Si os fijáis, el cartel está emplazado en un lugar en el que con marea alta, cubre el agua cuanto menos por la cintura de un adulto y rompen las olas, es decir, que el cartelito va a durar ahí lo que una pompa de Mistol en una plancha. De hecho, ya está inclinándose.  Es decir, que el cartelito que está financiado con dinero público, acabará a la deriva o enterrado. Además, con la marea alta nadie se va a poner a leer el cartelito, porque justo en ese lugar se forman rebufos y rompen las olas, pudiendo poner en apuros a los de secano. De hecho, hace años tuve que sacar a un crío que casi la diña pese a haber poco más de un metro de agua.
Es el único cartel de este tipo que he visto en la zona. Y digo yo ¿No hubiera sido más útil colocarlo junto al acceso a la playa, donde se colocan el resto de los carteles informativos?
En fin, no sé si ha sido cosa del encargadillo de turno de las cosas de la playa, del concejal de marras o de quien sea, pero el que haya tenido la ocurrencia es para meterle el palo del cartel por la parte alícuota, al menos el dinero público serviría de escarnio para los incompetentes.

 

El castillo y el cartelito de marras.

sábado, 13 de abril de 2024

HUMOR INTELIGENTE

Se apellida Broncano. No tenía el gusto de conocerle, y en vista de que está en la palestra por un acuerdo millonario con la televisión pública al servicio de una parte de los españoles, los buenos, decidí indagar sobre el sujeto.

Cliqué al tuntún en uno de los videos de una de sus intervenciones y quedé prendido por su desparpajo y su humor inteligente. Dio a elegir a los invitados a su programa, entre contar cuántas veces habían follado en el último mes, o cuánto dinero tenían en el banco. Oye, qué risa, que finura de humor, ni los Monty Python. Un humor tan fino como si a alguien se le ocurriera preguntarle al humorista, tú cómo te apellidas, y al responder Broncano, el otro le dijese, pues me la coges con la mano… un humor fino de cojones.

Por eso entiendo el empeño que ponen en RTVE para contratarlo. Ese talento no está pagado ni con los 29 millones de euros puestos en juego, home por dio. Hay que dar a todos los españoles de bien, por supuesto de izquierdas, la oportunidad de acercarles ese humor tan refinado.

Por otra parte, es vital que entre en escena para minimizar los efectos perniciosos de un tal Pablo Motos, ese que si lo pintas de verde parece un leprechaun irlandés, considerado por los buenos, enemigo público número uno del pueblo español al servicio de la fachosfera. Ese dispendio está muchísimo más justificado que comprar lanchitas para que la Guardia Civil combata al narcotráfico, con lo agradecida que es la coca para el mundillo de la farándula. Además, la de Broncano sí que es una profesión de riesgo. Joder, por algo está en la resistencia.

Pero ahí están los de la fachosfera, intentando boicotear al pobre chaval, humorista donde los haya, el ayatola del monólogo, Broncano el resistente. Además, el pobre tiene que dar de comer a su familia numerosa, y para eso está el dinero público, para que esta gente pueda vivir dignamente, aunque eso sí, prestando abnegado servicio al gobierno del pueblo y el amado líder, que hacen todo lo posible para que seamos felices a base de humor inteligente y así, combatir la depresión, siempre que no formes parte del lado oscuro, la fachosfera. Ardo en deseos de ver el programa, es más, en la declaración de Hacienda voy a marcar la casilla David Broncano. Que les den a la iglesia y a las ONGs.

 

viernes, 12 de abril de 2024

NADAR EN PISCINA.

Me refiero a las olímpicas de un polideportivo, con sus calles señalizadas y demás. A veces están tranquilas, y con suerte tienes una calle para ti solo, o como mucho, compartida con otra persona. Pero otras… Todo depende de con quién te topes, y en ese sentido los tengo clasificados. Dejando a un lado a las personas solidarias, en el sentido de que saben adaptarse a los demás con independencia de que naden mejor o peor, tenemos a estos otros:

Los torpederas. Suelen competir en eventos amateurs tipo  XXI Triatlón Mariana de las Peinetas, o Las Cincuenta Mil Yardas Legionarias, y van a entrenarse a la piscina haciendo series de infarto. Más vale apartarse de su trayectoria porque son como los Guardias Reales de la corona británica, no se detienen ante nada ni ante nadie. Arrollan al que pillen, o lo que pillen, incluidas las paredes de la piscina.

Los espumitas. Son los que se creen que nadan de la hostia, pero nada más lejos de eso. Suelen ejecutar uno o dos largos a toda pastilla, levantando un aguaje del carajo jodiendo la dinámica de los demás para, poco después, detenerse en el otro extremo de la piscina a coger resuello porque les mata la asfixia. Hace unos días me adelantó uno subestimando la cadencia de mi brazada, y casi se ahogó a mitad de piscina. A penas me rebasó, se detuvo porque metió una tragantá de agua clorada y por poco no me tocó hacerle el boca a boca, con lo feo que era el cabronazo.

Los batracios. Me refiero a los que nadan como las ranas o los sapos, abriendo brazos y piernas hasta el extremo de que alguno me ha pegado un manotazo, aun yendo por la calle contraria balizada. A estos sujetos les falta ancho de calle para nadar.

Los moscas cojoneras. El problema no es que naden lento y mal. El problema surge cuando los alcanzas en un extremo de la piscina, o estás apunto de ello, porque vas sobradamente más rápido, y en vez de cederte el paso -que es lo que hago yo cuando me alcanza alguien que lleva un ritmo más fuerte que el mío- empiezan el nuevo largo, obligándote a rebasarlos apenas has comenzado el tuyo. Cuando no hay nadie más en la calle, puedes intentar rebasarlos salvo que abarquen todo el ancho de la calle, que esa es otra, pero la cosa se complica aún más si hay más personas en la misma calle, lo que te obliga a ir a paso de tortuga tras ellos, hasta que tienes ocasión de rebasarlos.

Finalmente tenemos a los submarinos. Ahí es donde me encuadro yo. No debe haber muchos, o al menos hasta hoy no me he cruzado con ninguno. Yo no soy Mark Spitz nadando, pero llevo un ritmo superior a la media de lo que frecuenta la piscina, si no en velocidad, sí en resistencia, porque me hago 40 largos (2000m) sin detenerme. Todo va bien cuando coincido con personas que respetan las normas no escritas, lo malo es cuando confluyen varios especímenes de los descritos anteriormente, y se montan las tanganas piscineras. Es entonces cuando me meto a profundidad de periscopio y empiezo a rebasar gente por debajo, sembrando el desconcierto, o en el caso de Lobita cuando coincide conmigo, provocando el descojone.

No es muy ortodoxo, pero si no, de qué otro modo rebaso a la mosca cojonera y al batracio de turno, mientras evito a la torpedera que viene de frente y al espumitas que agoniza en superficie.

PIRATILLAS INFORMÁTICOS.

En el edificio tengo fichados a los estudiantes, y a algún listillo o listilla, o tal vez listille, le ha dado por engancharse a mi señal Wifi, pese a las contraseñas y la madre que las parió. Tengo identificadas las correspondientes IP y MAC pero mi rúter no permite bloquear a los intrusos, con todo, tengo un arma infalible, la guerra psicológica.
Por regla general, esta generación de listillos, no suelen ser muy resilientes ante los imprevistos y tienden a frustrarse con rapidez cuando no alcanzan sus propósitos con inmediatez. Es más, pueden acabar padeciendo una crisis de ansiedad. Dependen desesperadamente de las redes sociales, de los juegos on-line y casi todo lo gestionan exclusivamente por internet. No lavan la ropa por internet, porque no pueden, o lo mismo sí.
Yo en cambio soy paciente, resiliente, no dependo de las redes y puedo pasar horas, incluso días, sin recurrir a ellas. Así que lo que hago para combatir a los listillos que se conectan a mi red Wifi, es sumirlos en la incertidumbre, otro factor que no toleran. Para ello desconecto mi rúter aleatoriamente, cuando detecto a los intrusos, y cuando no hay ninguno en línea. A veces por un rato, otras durante horas, que para ellos pueden ser interminables.
Con ello, al que esté pirateándome la señal para jugar a “Calla Duty que te mato” lo puedo dejar con el culo al aire en plena emboscada, o puedo joderle la copa al que esté enfrascado con la Champiñón Ligue de los cojones. Y ya no digo al consumidor de porno, cuando frustre su acto onanista en pleno éxtasis. Esa incertidumbre, seguro que les genera ansiedad, y cuando se lleven un par de disgustos /cortes de red, seguro que acaban desistiendo y se buscan a otro proveedor al que piratear, de hecho, ya hay uno que no ha vuelto a dar señales de IP.
No estaré muy puesto en nuevas tecnologías, pero en guerra de guerrillas, estos mamarrachos titulados no me ganan. Como decía Ho Chi Minh, por cada diez de los nuestros que liquidéis, nosotros liquidaremos a uno de los vuestros, y al final, vosotros os cansaréis antes. ¿A quién le jodo la partida ahora? Tic,tac,tic,tac…


domingo, 7 de abril de 2024

NO REPOBLACIÓN

He aquí otro ejemplo de sostenibilidad ecológica que te rilas. Se les llena la boca con esa terminología, me refiero a los gobiernos de turno estatales o autonómicos, y allá que se lanzan, en este caso, a repoblar la serranía, previo el boato correspondiente de cara a la galería; colocación del primer esqueje protegido con malla metálica por el político de turno, con los medios de comunicación afines dando cuenta del evento, comida de celebración que no falte, y mucho parné en juego, para que trinquen unos pocos. Después, si te vi no me acuerdo.
En la foto, el esqueje tiene menos posibilidades de prosperar que un puesto de estampitas religiosas en la puerta de un burdel, entre otras cosas porque la malla metálica que tenía que protegerlo, está destrozada por los vándalos y las inclemencias meteorológicas. Por supuesto, de mantenimiento y vigilancia, cero.
¿Pero por qué llegan los vándalos a lugares, en teoría, tan remotos? Porque los esquejes están diseminados en las inmediaciones de las veredas señalizadas por los mismos organismos (Diputaciones, ministerios de medioambiente, etc.) que animan a la visita masiva de estos parajes, para sacar rédito económico a costa de lo que sea, que no suele ser sostenible. A los agentes forestales, ni se les ve, ni se les espera, es muy cómodo dar vueltas en los 4x4 sostenibles, esperando la hora del desayuno de dos horas, porque el funcionariado, salvo honrosas excepciones, se lo monta así de bien. Los únicos que se lo curran de verdad son los cabreros que se patean la serranía, sosteniendo el entorno con los rebaños de cabras. Todo es una farsa y un despropósito.



 

 

sábado, 6 de abril de 2024

PANELES NO INFORMATIVOS

Éste está en un lugar que no voy a desvelar, aunque a estas alturas esté más que desvelado por la puta geolocalización y las campañas publicitarias gubernamentales que animan a visitar en masa los parajes naturales. Se supone que lo pusieron ahí para informar sobre las características y la historia de cierto pozo, ubicado en cierto puerto de montaña, de cierta serranía, pero dado su estado de deterioro, ya no informa un carajo y aniquila la virginidad estética y medioambiental del paraje. Mas, el negocio está hecho, alguien se llenó los bolsillos con la iniciativa, y eso es lo que cuenta para los gobiernos de turno y sus políticas del “turismo sostenible”.
Paneles no informativos como éste, están regados por todos los senderos señalizados, destinados al tránsito del ganado humano. Los senderos que antes se descubrían a base de consultar planos topográficos, o simplemente, pateando monte a la aventura, con la incertidumbre que conllevaba, ahora están señalizados físicamente a base de postes, vallas de madera y carteles, y geolocalizados con sus trackings correspondientes, para que cualquier animal de comida basura de ciudad pueda transitarlos como si recorriera un parque temático o un zoo. Y claro, que no falten los paneles informativos que, con el castigo de las inclemencias y la falta de mantenimiento, acaban siendo inútiles y molestos por dañar el paisaje.
Pero como he dicho antes, con la monserga del “turismo sostenible” alguien se llena los bolsillos con dinero público, convirtiendo los parajes naturales en parques temáticos y en estercoleros. Parajes que antaño conocí vírgenes, hoy día se degradan sin remisión, y es que no se da valor a lo que se consigue sin esfuerzo.

 


lunes, 1 de abril de 2024

LEGALIZAR PARA CONTROLAR

Legalizan el consumo de cannabis en Alemania, dicen que para evitar el tráfico de drogas. Será más bien para que trinquen del pastel los gobiernos de turno aplicando los impuestos correspondientes, como sucede con el tabaco y el alcohol. Además, los gobiernos prefieren a la población emporrada, y si lo combinan con los ansiolíticos, mejor que mejor. Si tienen las neuronas dispersas, perdiéndolas sistemáticamente durante el proceso hasta quedar atontaos sin remisión, es más fácil tener al populacho controlado. Nos quieren emporrados y con pollazepán en vena, nos quieren agilipollados, metiéndonos dosis de felicidad artificial entre depresión y depresión. Me incluyo, pero no me incluyo, porque por lo que a mí respecta se va a dopar un romano. De hecho, hace poco quisieron tratarme un tirón en los lumbares tomando Diazepán pero me negué, resolviendo la situación mecánicamente mediante estiramientos. Los médicos recetan pollazepanes como si fueran caramelos.
En fin, para muchos les parecerá una decisión “progresista” allá cada cual, yo prefiero tener la mente despejada, los pulmones sanos y ser yo en esencia natural, no un guiñapo en babia con los instintos adormilados, expuesto a ser manipulado y comido por los pies sin morir matando.
Pobres diablos de la Puerta de Brandeburgo, celebrando su propia autodestrucción, con la mirada perdida hacia un mundo feliz imaginario que se desmorona como el mismo muro de la capital homónima, a poco que cesen los efectos del humo espirituoso. Pobres idiotas de solemnidad.

viernes, 29 de marzo de 2024

COMO POLLOS SIN CABEZA

Hoy día la gente viaja como pollos sin cabeza. Emprenden el viaje pensado en el siguiente, y entre viaje y viaje, depresión. Ya no existe el factor sorpresa, ni siquiera parece que lo busquen. Van a donde van todos, en tromba, mismos escenarios, mismas fotos, saturación de aforos. Todo está geolocalizado, planificado con patrón estándar, guiado para ser conducidos al paisaje viral de turno.
La población de las ciudades turísticas es desplazada a la periferia porque los alquileres y el precio de las viviendas se dispara. Los bares de toda la vida se transforman en “gastrobares” y estrellas Miguelín, y los locales de los comercios en alojamientos turísticos. La vida se encarece, las poblaciones se vuelven ruidosas por las noches, no hay descanso para sus habitantes.
Los parajes naturales se convierten en parques temáticos, se asfaltan las veredas, se escalonan los desniveles, los paneles informativos y los vallados afloran como champiñones en la umbría. Los rastros de basura llegan hasta las cimas más altas, y la gente hace cola para coronarlas.
Estelas en el cielo, a porrón. En vez de señalar lo evidente, el tránsito de millones de turistas de un lado a otro del planeta, lo achacan a los “chemtrails” y las conspiraciones cósmicas, cuando todo es más fácil de determinar que eso, se trata de turismo masivo. Y con los turistas, el tránsito de cepas víricas, que se desplazan por el planeta como nunca.
Puestos de trabajo precarios, de muchas horas en el tajo por sueldos mínimos, y muchos días en el paro fuera de temporada. Ya no se admite a los viejos y dignos camareros de antaño, no es país para viejos, solo buscan jóvenes al límite de sus recursos, que tienen que vivir con sus padres o compartir piso, incluso cama en una terraza.
Los recursos naturales explotados al extremo, el consumo de agua y electricidad superando las capacidades de las poblaciones, las depuradoras no dan a bastos, los vertederos de basura tampoco. La lista de despropósitos se hace interminable, pero lo más grotesco de todo es que lo denominen “turismo sostenible” y que la gente se queje de que el planeta se va a la mierda, pero que no haga lo más mínimo para evitarlo… como pollos sin cabeza.

 


lunes, 29 de enero de 2024

LA FACHOSFERA

Dices, Pedrito, que la "fachosfera" insulta y polariza.  El caso es, que el palabro en sí, supone un insulto y polariza. ¿En qué quedamos? ¿Son ellos, o eres tú también?
¿Vas a promover el palabro para incluirlo en la RAE y dejar tu “impronta histórica"?
Quiénes constituyen la "fachosfera" ¿Quienes no estamos de acuerdo con tus ocurrencias?
¿Están incluidos los derechistas de Junts? A fin de cuentas, son de derechas y bien reaccionarios y, además, os llevan la contraria, razón por la cual tenéis que cambiar las leyes casi a diario a discreción del Puigmamón.
¿Es que también hay una "fachosfera" mala y otra menos mala?
Qué es lo correcto ¿Acatar sin chistar los dogmas de la Sánchezfera? ¿Tú eres mi pastor y esas cosas?
Qué son antes, las gallinas que salen, o las que entran. ¿Dos por dos siguen siendo cuatro? O son cinco porque tiene rima. Ilumíname diosito Sánchez, que estoy perdido en el valle de la fachosfera.

martes, 16 de enero de 2024

CANIPAPIS

Lo he pensado. Me voy a reinventar, palabro muy traído por los coach, esos promotores del no es país para viejos, aunque ellos no caigan en la cuenta de que les quedan tres cuartos de hora para serlo.
Lo primero que hay que hacer es un estudio de mercado. Yo ya lo he hecho. Hay mascotas a punta pala, incluso más que bebés humanos. Y quienes las poseen, erigiéndose como papis y mamis de bebés mascotas, suelen tener la brújula descompensada, así que será fácil convencerlas de que, a sus perritos, les harán falta zapatitos. De hecho, ya los hay. A los gatos los descarto, porque no hay cojones para ponerles nada en las garras. Los perritos, que son más de andar por la calle, tienen cuatro patas, es decir, el doble de una persona humana. Un filón.
También hay que pensar en el nombre del negocio. Qué os parece CANIPAPIS. Cani, de perro, y papis con la doble acepción de papás del perro, y papis de zapatos. Aunque no sé, quizá debiera considerar la inclusión de género, no la vayamos a joder, optando por CANIPAPIS&MAMIS. Yo qué sé.
También tendré que pensar en el producto. Por ejemplo; zapatos de charol o de punto de lana para los caniches, sandalias cangrejeras para los perros playeros, zapatillas de deporte para los galgos, guantes de boxeo para los bulldozer… Sí, guantes también.
Parce un poco descabellado, pero me temo que en poco tiempo estará normalizado. A fin de cuentas, ya hay casos de humanos que se han “transformado” en perros, porque hay individuos que directamente no tienen brújula.
Pensándolo bien, no me veo en el negocio tratando con semejantes especímenes, y no me refiero a las pobres mascotas. Bastante tienen con que las vistan de espantapájaros y las idioticen por sistema.
En ese sentido, los gatos salen mejor parados, incluso los gatos callejeros como los que se asientan en colonias en los bloques del Campo del Sur, un gueto gatuno de cara al Atlántico, en donde la jerarquía, se establece a base de gañafón. Un lugar que vendría bien para despabilar a esos pobres perros, algo así como un campo de entrenamiento tipo Coronado regido por gatos, para adiestrar perros. Pensándolo bien, este modelo de negocio me gusta más, pero algo me dice que no tendría tanta aceptación. Podría acabar lapidado por la propuesta, porque hay mucho papi y mami perruno que odia a los de su propia especie, la humana.
 

sábado, 13 de enero de 2024

LAS MASCOTAS DEBERÍAN COTIZAR

LAS MASCOTAS DEBERÍAN COTIZAR.
A la vista está que en muchas zonas del país ya hay más mascotas que niños. Caminen por un paseo transitado, pónganse a contar mascotas y niños en un tramo de 1000 metros y saquen la media a ojo de buen cubero.
Esto quiere decir que, si seguimos en esa deriva, en 30 años habrá un porrón de viejos, pocos jóvenes para mantener la hucha de las pensiones, y una jartá de mascotas.
Puestos a ser pragmáticos, y mirando por el bienestar social de los seres humanos y de sus mascotas, por qué, además de cotizar los trabajadores humanos, no cotizan también las mascotas. A fin de cuentas, las mascotas en demasiados casos, trabajan para compensar las neuras de sus papis y mamis humanos. De hecho, los pobres animales están pagando las consecuencias perdiendo su esencia natural, y sometidos a un maltrato encubierto, que solo los gatos torean de momento, pero tiempo al tiempo, que ya los están capando (sometiendo)por sistema.
Si las mascotas cotizaran, lo mismo se sanea la hucha de las pensiones, incluso ellas tendrían derecho a sanidad pública, porque hay mascotas que acaban mimetizándose con las neuras y los males físicos de sus (amos no, por dio) papis y mamis humanos.
Eso sí, que sean sus tutores, mamis, papis, quienes paguen las altas en la Seguridad Social. Lo mismo así se acaba con la moda de acaparar mascotas para socializar, como observo en una gran mayoría de los casos. Antes eran los tamagotchis, y ahora son las mascotas. Hasta que pase la fiebre, o hasta que el hambre apriete y las mascotas empiecen a considerarse como alimento potencial por fuerza mayor, algo que no ocurriría por la primera vez.
 
NOTA: No quiero meter en el saco a todos los que tienen perros o gatos, mucho menos a los que tienen cocodrilos, aunque sí meto en el saco a quienes se consideran papis y mamis de perros, perras y, sobre todo, perres. Es ya porque, como perteneciente a ella, me preocupa la supervivencia de la especie, a la humana me refiero.

 

POLÍTICA DE CONVENIENCIA

Esta mañana a primera hora, conté en la playa a seis personas adultas, un bebé, y diecisiete perros. Esto confirma la estadística que revela que en Cádiz ya hay más mascotas que niños.
Al hilo de esto, leo que el ayuntamiento de Cádiz permitirá el nudismo y la estancia de mascotas (perros) en la zona comprendida entre el Ventorrillo de El Chato y Torregorda. Podría tratarse de una medida adoptada por el anterior alcalde, el Kichi de marras, pero resulta que estas propuestas tan propias de las izquierdas, las va a adoptar un alcalde del PP. Y es que cuando se trata de captar votantes potenciales, la línea de las diestras y siniestras se difumina tanto, que acaba confirmándose que son los mismos pero con distinto collar.
A mí que la gente se despelote en la playa me la trae al pairo, allá ellos si les salen carcinomas en la minga, o ellas, si se les meten pellets por el chichi. En cuanto a los perros correteando por la playa, habrá un porrón de papis y mamis de perros, perras y perres, que estarán encantados con la medida (lo que podría traducirse en votos para el PP). A fin de cuentas, son amantes de los animalitos… matizo; de sus animalitos. Y matizo aún más; de sus bebés mascotas, no vayamos a joderla.
Las mascotas tienen derecho a corretear por la playa y a impregnar de orines la arena como hacen los humanos, faltaba plus, mas, éramos pocos y parió la perre. Los animalitos tienen todo el derecho; esos animalitos.
Pero hay otras especies de animalitos menos populares. Por ejemplo: el chorlitejo común, oiga. Y resulta que el hábitat natural de esa especie avícola en peligro de extinción, es precisamente la zona habilitada para el correteo de perros con sus papás y mamás humanos, despelotados o no. Pero el chorlitejo común no da votos, y ahí está el quid de la cuestión de esta política de conveniencia. Los chorlitejos acabarán desplumados, y por tanto, en pelotas. 

PELLETPOLÍTICA

Ahí andan, recogiendo pellets uno a uno, venga a menear el tamizador, con caras de desolación.
- ¿Cuántos pellets llevas muchacho?
- Cinco en media hora. Es que son micro plásticos y apenas se ven.
- ¡Cáspita chacho! ¿Y por qué no te afanas en recoger los miles de plásticos que sí se ven, y que acaban por no verse al descomponerse en auténticos micro plásticos / millonésima parte de un todo?
Y es que la cosa responde más a consignas políticas que a verdadero ecologismo. En Galicia, gobierna quien gobierna, y vistos los antecedentes con la pésima gestión de la catástrofe del petrolero de marras, a ciertos grupos de la oposición, le viene al pelo remover pellets, que no deja de ser remover la mierda.
Y allá que va la masa boba, aleccionada por determinados medios de comunicación y por las redes sociales afines, a recoger bolitas, aunque pasen diariamente por encima de toneladas de plástico sin inmutarse. Entonces, las autoridades reaccionan por el qué dirán y movilizan drones para buscar micro cosas desde el aire, por no hablar de sacar tajada económica, declarando el área como zona catastrófica.
¿Zona catastrófica por los pellets del norte? Os invito a pasear por los Parques Naturales de la Bahía de Cádiz para comprobar de primera mano cómo los plásticos, los micro plásticos, los pellets y las pilas alcalinas que los mariscadores furtivos arrojan a la marisma, la envenenan pasando a la cadena trófica que abarca, desde el mosquito tigre, hasta el león depresivo del zoo de Jerez.
Y lo más grotesco es, que los nuevos cocineros (ahora se hacen llamar chefs y se visten de payasos) recolectan sus salicornias y sus frutos de mar contaminados, para emplatarlos y vender a cojón de mico el micro platito de reducción de baba de caracol marino con suspiro literal de lubina de estero, omitiendo lo envenenada que está la huerta donde recolectan el género, y publicitándola como comida saludable, y por supuesto, sostenible.
Tampoco veo a los ecologistas organizar campañas masivas para recoger toda esa mierda que nos envenena, y mucho menos a las autoridades responsables velar por estos parajes.
En fin, a recoger pellets solo por unos días hasta que se desinfle el globo, tamizador en mano y embutidos en ropa técnica, que viste mucho en las movilizaciones ecologistas. Ojo avizor, que vienen los pellets, o como dicen los ingleses, las lágrimas de sirena, Macarena.