Legalizan el
consumo de cannabis en Alemania, dicen que para evitar el tráfico de drogas.
Será más bien para que trinquen del pastel los gobiernos de turno aplicando los
impuestos correspondientes, como sucede con el tabaco y el alcohol. Además, los
gobiernos prefieren a la población emporrada, y si lo combinan con los
ansiolíticos, mejor que mejor. Si tienen las neuronas dispersas, perdiéndolas
sistemáticamente durante el proceso hasta quedar atontaos sin remisión, es más
fácil tener al populacho controlado. Nos quieren emporrados y con pollazepán en
vena, nos quieren agilipollados, metiéndonos dosis de felicidad artificial
entre depresión y depresión. Me incluyo, pero no me incluyo, porque por lo que
a mí respecta se va a dopar un romano. De hecho, hace poco quisieron tratarme
un tirón en los lumbares tomando Diazepán pero me negué, resolviendo la
situación mecánicamente mediante estiramientos. Los médicos recetan
pollazepanes como si fueran caramelos.
En fin, para
muchos les parecerá una decisión “progresista” allá cada cual, yo prefiero
tener la mente despejada, los pulmones sanos y ser yo en esencia natural, no un
guiñapo en babia con los instintos adormilados, expuesto a ser manipulado y
comido por los pies sin morir matando.
Pobres diablos
de la Puerta de Brandeburgo, celebrando su propia autodestrucción, con la
mirada perdida hacia un mundo feliz imaginario que se desmorona como el mismo
muro de la capital homónima, a poco que cesen los efectos del humo espirituoso.
Pobres idiotas de solemnidad.
lunes, 1 de abril de 2024
LEGALIZAR PARA CONTROLAR
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