lunes, 17 de mayo de 2021

LA OBSERVADORA DE HUEVOS (DE CHORLITEJO).

 


Como diría aquel humorista andaluz ya fenecido, esto es un caso verídico. Charlando con una buena amiga, voluntaria en una asociación enfocada a la protección del hábitat del chorlitejo, ave que anida confiada en nuestro litoral arenoso, me contó lo siguiente.

Ubicada en cierta zona de playa, que omitiré por el bien de los chorlitejos, observaba con prismáticos una puesta de huevos, con tan mala fortuna, que en su campo de observación se interponía un nudista con los huevos propios dorándose al sol. Digo con mala fortuna, porque resultó ser un nudista indignado, esa afección que en estos tiempos asola a una sociedad pusilánime y con la piel muy fina. Excepto para carbonizarla al sol y aspirar a un cáncer de piel.

Cuando la vio oteando con los prismáticos, aparentemente en su dirección, el nude de los cojones al sol se sintió observado y se molestó. Se levantó y se dirigió hacia ella, visiblemente indignado (estadio grave de la enfermedad), reclamando su derecho a practicar nudismo sin sentirse observado, tal y tal. Lo de reclamar derechos para sí, sin considerar los derechos de los demás, también está muy extendido, pero no nos desviemos del tema.

Mi querida amiga, persona formada y templada, habituada al trato con don de gentes, le explicó con amabilidad que no le observaba a él (“morsegaba”, como diría uno de Cadi Cadi), que lo que estaba observando era un nido de chorlitejo que se encontraba en las inmediaciones. Le dejó los prismáticos para que lo comprobara con sus propios ojos, y de paso le explicó sus labores como voluntaria, entre las que se encuentra la de concienciar a las personas que transitan la zona, sobre la conveniencia de respetar el entorno durante la época de cría.

Las hembras de chorlitejo no toman especiales precauciones cuando hacen sus puestas, quedando los huevos muy expuestos. Cuando las playas eran vírgenes, eso no suponía un problema, pero desde que se están masificando con presencia humana, estas aves, como tantas especies, están en peligro de extinción debido a la destrucción de sus puestas. Con buenas palabras y mejor didáctica, el nudista indignado se sintió como un imbécil, y se marchó con sus güevos a otra parte.

De haber sido yo le habría dicho sin más, que estaba observando los huevos que había puesto un pajarito…

Probablemente el nude indignado lo habría interpretado erróneamente, y el fin de esta historia habría sido sustancialmente diferente, dando lugar quizá, a la destrucción de un par de huevos expuestos, no de chorlitejo precisamente. A ver si va a resultar que los únicos que tienen derechos son los nudistas, y que los chorlitejos o los observadores de los mismos se la van a tener en enfundar por no molestar a los que doran sus cojones al sol.

 

 

martes, 11 de mayo de 2021

PRIMERA DOSIS

 

Me han puesto la Pifia. Me tocó una sanitaria bajita, que apenas llegaba a mi hombro. Por esa razón me la metió doblada. La aguja. Culpa mía, por no sentarme. Sentarse es de blandengues.

No dolió más que un cólico nefrítico, así que, tranquilidad. En cuanto a las reacciones, parece que me está creciendo un cuerno de rinoceronte en la frente, y tengo el brazo izquierdo como el de Popeye. Lo normal en estos casos. Cuando me vacunaron contra la poliogilipollitis C, me pasó lo mismo. El cuerno se caerá con el tiempo, y el brazo recuperará su volumen normal.

Lo que me escama es que se me ha descolgado el cojón derecho, aunque eso puede ser consecuencia de que me los están tocando desde hace mucho tiempo. Lo que no tiene explicación es lo de los ojos. Los tengo fuera de las órbitas, como si se me hubiera roto la escafandra y me viese expuesto a la atmósfera cero. Como los ojos del actor aquel… Marty Feldman.

Por lo demás, todo normal. No hay motivo para preocuparse. Bueno, os dejo que ha llegado la UVI móvil y me tienen que meter un chute de epinefrina, que se me ha enfriado la oreja izquierda y no reacciona. No temáis, vacunaros lo antes posible. Sentaros si sois de estatura elevada, para que no os la metan doblada. La aguja.

 

jueves, 6 de mayo de 2021

LA ILUSIÓN DE VACUNARSE

 

El martes me vacunan. No quepo de gozo. Solo de pensar en ello experimento una erección. En las orejas. Estoy encantadísimo de la muerte de que me inoculen las cagadas de virus para que mi cuerpo serrano las somatice. Además, es un puntazo que te peguen un puntazo. En el hombro, hombre.

Por si fuera poco me darán un pasaporte sanitario. Qué ilusión. Podré viajar con él desde El Puerto de Santa María a Cádiz, pasando por Puerto Real sin escalas. Incluso podré ir a Trebujena a ver cómo otros comen angulas. Comerlas yo como que no. No tengo parné para eso.

Pero ¿Y el gustazo de vacunarse? Eso lo compensa todo. Home… vacunarse no tiene parangón. No me vacuno de nada desde la mili, y eso es una injusticia. Necesitaba una vacuna como el comer angulas.

Ya lo visualizo… ponga el hombrito hombrecito. Algodoncito con alcohol, estocada entera hasta la bola, e inoculación del brebaje mágico. Una experiencia religiosa.

Si estaremos mal, que ya nos ponemos cachondos aunque sea por una vacuna.

LA IZQUIERDA HACIENDO AMIGOS

 

La izquierda haciendo amigos en Madrid. Es lo más sensato que se les ocurre para recuperar votos, insultar a los votantes. Lo de hacer autocrítica y aceptar la derrota con profesionalidad no va con ellos. Lo más sensato para esta peña es ningunear a la mayoría que se los ha cepillado en las urnas con una participación abrumadora. Tacharlos de ignorantes, de borrachos, de fascistas, e incluso de nazis, que ya hay que ser mezquino para hablar de nazismo con tanta ligereza. Vallecas ya no es lo que era para esta “élite intelectual” han pasado de ser el pueblo, a ser unos indignos apestados. Ahora se entiende lo de Galapagar. Qué  mal perder, qué poca gallardía y qué cortedad de miras.

Los enemigos de la izquierda son ellos mismos. Se la han cargado con sus malas artes, con su incompetencia y con su mala leche reconcentrada, que converge con la mala leche reconcentrada de la extrema derecha. Se han convertido en el Red Bull de la derecha, dándoles alas.

Decir que se jodan por perder las elecciones es una gilipollez. Se han asegurado el sustento para los restos y van a vivir como curas a costa nuestra a pesar de los destrozos que están provocando en todos los órdenes. Lo más grotesco del asunto, es que están convencidos de que tienen la autoridad moral e intelectual, de que están en posesión de la verdad absoluta, y dan a entender que quienes no están con ellos, están contra ellos. Se lo han puesto a huevo a la derecha.

Quien se jode es la ciudadanía, y dentro de ella, muchos votantes de izquierdas desencantados desde hace demasiado tiempo, que dejaron de votar cuánto menos. Los han dejado sin alternativa. Nos han dejado sin alternativa. Se han cargado los ideales a conciencia y van a conseguir que consideremos un privilegio que nos tachen de fascistas.