domingo, 17 de febrero de 2013


CONVERSACIÓN

Allí andaban, conversando a la recacha, tipos de piel curtida por el sol, el frío y el polvo de la tierra de labranza,  tipos que fumaban tabaco del más barato, negro para más señas. Eran tipos trabajados, de manos ásperas, tipos que en la actualidad parecen estar aparcados sobre ese banco por culpa de otros bancos, esos que están arruinado el país.
Allí andaban conversando con gesto grave, probablemente sobre nada bueno, porque el gesto ya lo advierte y la cosa está tan chunga que lo normal es hablar sobre nada bueno.

Me llamaron la atención, y me amparé en la distancia para disparar con un 70-300 mm que tengo de  otra cámara, la Canon 350 D que ahora usa mí hija,  objetivo que utilizo poco porque, enchufado al cuerpo de la Canon 50 D, no enfoca con demasiada precisión…cosas de la electrónica.
Me llamaron la atención porque cada vez es más difícil ver portes sobrios y con carácter como el del señor de la derecha, de tez morena, de aspecto genuino, curtido y recio, rostro exento de cosmética y rayos uva. Tanta cosmética y tanta tontería está echando a perder ese toque diferencial que dignifica a las personas curtidas por el trabajo, esas a las que solo con echarles un rápido vistazo, indican que lo poco que tienen se lo han ganado con el sudor de su frente.
Y qué es lo que tienen ahora después de tanto esfuerzo… un banco de cemento a la recacha del sol, tabaco negro y demasiado tiempo libre para conversar  con gesto grave  sobre la hijoputada que es la vida para algunos por culpa de tanto hijo de puta engominado que anda suelto.  

 

 

miércoles, 13 de febrero de 2013

LA HISTORIA DE ELÍSEO

Está allí  pero nadie  repara en él… diría que ni su propietario. Nadie repara en los beneficios que aportó durante su tiempo en activo, ni en  las historias que se acumulan en su sentina, mezcladas con combustible, agua putrefacta y los restos orgánicos propios de la pesca. Su madera se resquebraja en la medida que se resquebraja la pintura y el barniz que la protegía, proceso derivado de la implacable alianza entre las inclemencias y el paso del tiempo. Está allí, más cerca de desvanecerse que de prevalecer. Está allí, en silencio, casi invisible, por eso de que hay ojos que miran pero no ven.

Son botes, pero bien podrían ser personas, personas que están pero en las que nadie repara, personas que aportaron riqueza durante su tiempo en activo y que acumulan historias en su memoria, personas desprotegidas que se resquebrajan por dentro y por fuera debido a la implacable alianza entre las circunstancias adversas, la injusticia y el paso del tiempo. Están ahí, más cerca de desvanecerse que de prevalecer. Están ahí, en silencio, casi invisibles, porque hay ojos que miran pero no ven.

La historia de Elíseo bien podría ser la historia de Paco, de María, de Lola o de José.