jueves, 13 de abril de 2023

SEÑORITOS E IGNORANTES.

 Y le soltó la capitalina señora vicepresidenta tercera del pijo gobierno al presidente andaluz eso de arrogancia de señorito, algo que no le soltó a Ximo Puig durante las discrepancias que tuvieron en la misma materia sobre la gestión de los recursos hídricos.
Dejando claro que en lo relativo a Doñana, pondría en cuarentena lo que pretende el gobierno andaluz porque no lo tengo claro, una cosa es no estar de acuerdo y otra, el tratamiento que se le está dando al asunto, en el que no habiendo agua, creo que se está llegando a la gota que desborda el vaso.
Al parecer, los andaluces seguimos con el estigma. O somos señoritos, o semos ignorantes. En apenas tres días llevamos una rachita intensa de faltas de respeto en este sentido.  
Primero los toláis de la televisión pública catalana y su patética parodia, que era para tirarlos por los bloques (del campo del Sur).
Después, la abogada Beatriz De Vicente, que refiriéndose al caso de los niños maltratados por el médico en Colmenar Viejo, vino a decir que no se comprendía tratándose de un doctor, no de analfabetos de la Alpujarra. Por que claro, en la Alpujarra todavía viajan en burro y tiran de alfaca a la menor discusión.
Y ahora la capitalina ministra Ribera etiquetando de "señorito" al presidente de Andalucía.  Le faltó decirle " morenito" por eso de que la mayoría de los andaluces semos renegríos y bailamos flamenco de serie según el tópico de los cojones.
Respecto al numerito del tarro de arena en el Parlamento de Andalucía, protagonizado por una diputada de Adelante Andalucía, como no dan para más en materia de dialéctica parlamentaria y en proponer soluciones viables, tienen que recurrir a estos numeritos vergonzosos que atentan contra la dignidad del lugar en el que, teóricamente, se representa la soberanía del pueblo. Y venga arena sobre el panel del escaño, que pagamos todos, todas y todes, que ya  vendrá la limpiadora a quitarlo, que para eso está. Con ese acto mezquino, flaco favor ha hecho esta diputada de pandereta a la reputación de quienes se supone que representa y a la suya propia, la cual me importa bastante menos.
Mi amada esposa suele llamarme “ese señor de Cuenca” porque no caso ni de lejos con los tópicos andaluces, quizá porque no me dejo llevar por pasiones patrias por el mero hecho de haber nacido en un lugar. Pero con todo esto, me están entrando ganas de pintarme la cara de verde y blanco, coger un hacha cual Braveheart de las marismas, y ciscarme en los muertos de señoritos y analfabetos funcionales de otros territorios, que haberlos los hay a patadas, incluso con titulaciones universitarias que es lo más preocupante.

miércoles, 12 de abril de 2023

POLIAMOR Y ANSIOLÍTICOS.

 Al parecer, una reciente encuesta ha revelado que el cuarenta y tantos por ciento largo de la población española es partidaria del poliamor. Qué pereza. También, que el mismo porcentaje se siente feliz/encantado de conocerse.

Paralelamente, llama la atención que España encabece las listas de consumo de ansiolíticos, lo que me lleva a pensar que se debe a lo del poliamor, y que la “felicidad” está inducida por los ansiolíticos, como el capítulo aquel de los Simpson, en el que a Lisa le recetan ansiolíticos y empieza a ver caritas sonrientes como el de la famosa chapa, incluso entre los que son asaltados en una esquina.
El que no se engaña es porque no quiere.

 

FECHA DE CADUCIDAD.

 Una de las formas de tomar consciencia de la edad que se va teniendo y de cómo pasa el tiempo, es cuando, para hacer limpieza de papeleo inútil, se revisan las fechas de caducidad de las garantías de los artículos electrónicos o de otra índole adquiridos.

Abro la carpeta de marras y descubro, por ejemplo, que el ordenador con el que tecleo estas letras tiene ya once años. Y parece que fuera ayer. Vas pasando más páginas del clasificador y compruebas lo mismo con la televisión, con el taladro, con los ventiladores de techo, con la cámara de fotos, con el Kaláhsnikov 47 de IKEA…
Llegado a un punto, me da la sensación de que me voy a encontrar, entre tanta garantía vencida, el vencimiento de mi propia garantía/fecha de caducidad. Qué mal rollo ¿eh?
Menos mal que no tengo gatos susceptibles de ponérseme en la testa para analizar lo que tengo dentro y diñarla dos horas después.
 

domingo, 9 de abril de 2023

PLAGA DE CONEJOS HÍBRIDOS

Por lo visto son enormes, mezcla entre conejos de campo y conejos domésticos, y están causando estragos en los cultivos de las campiñas andaluzas y murcianas. Evidentemente, detrás de todo esto está la mano de la especie humana, esa manía de regalarse mascotitas que cuando alcanzan la edad adulta, son deportadas con una mochilita de traumas humanos. Y claro, a la conejada despechada le entran muchas ganas de relacionarse y chingar como si no hubiera un mañana, y en el campo solo pueden hacerlo con conejos y conejas country al frenético ritmo de un banjo.
¿Y ahora que hacemos? La pregunta se la lanzo a los veganos recalcitrantes, pues a fin de cuentas la conejada híbrida se está cebando con la base de su alimentación. ¿Nos cepillamos a tiros de posta conejera a la conejada fornicadora, o hacemos un campo de concentración conejil, con sesiones de psicoterapia alternadas con taichí?
Molaría más que los conejos híbridos se cruzaran con osos ibéricos y buitres leonados, y surgiera una suerte de bicho que arrasase con todo lo que me caiga gordo. Puestos a desear.

domingo, 2 de abril de 2023

RESILIENCIA. EL GUIJARRO EN EL ZAPATO.

 Como dice mi amada esposa, antaño desconocíamos el concepto resiliencia, por ser propio del ámbito de la psicología, pero en general éramos resilientes frente a las situaciones adversas. Actualmente el término resiliencia está a la orden del día, pero la resiliencia de la sociedad brilla por su ausencia.

Paradójicamente la búsqueda de la felicidad a tiempo completo sume, a las personas que se afanan en ello, en una infelicidad que son incapaces de gestionar y acaban buscando refugio en los ansiolíticos y el consumo de alcohol y drogas. Paradójicamente, los paisanos del país que se jacta de ser el más feliz de Europa, España, es el que está a la cabeza en el consumo de los referidos productos. Qué puta es la guerra ¿eh?
Practiquemos la resiliencia en sus diversos tipos, almas cándidas, es un deporte saludable para la psique. Para empezar, meteros un guijarro en el zapato y caminad un par de kilómetros para ir cogiendo tono en materia de resiliencia física. Es por hacer estiramientos antes de pasar a temas mayores.