sábado, 10 de febrero de 2018

EL BOTÓN DE MARTINITO… ¡AIT¡

Yo no reparo en ese tipo de detalles, esto es cosa de mi querida Lobita. Ella observó que cuando le toca dar el parte meteorológico a Martín Barreiros, el cual siempre sale vestido muy pinturero, con trajes de corte elegante y ajustados a medida milimétrica, entra en escena con la americana abrochada, y tras hacer una breve introducción al parte, décimas antes de volverse al mapa sinóptico que tiene tras de sí, con un gesto casi imperceptible y con una precisión extraordinaria, se desabrocha el botón de la americana para dar más libertad de movimiento a sus brazos.
Lobita me decía, mira, mira qué arte tiene Martinito quitándose el botón de la americana, y cuando se lo quitaba, Lobita exclamaba ¡ait!
El caso es que ahora estamos los dos pendientes del gesto del que cariñosamente llamamos Martinito por eso de que es un personaje bastante correcto y educado, con cara de crío bueno, y cuando se quita el botón de la americana con precisión alienígena, exclamamos los dos ¡ait!
Nos cae bien ese tipo, es un comunicador excelente, a la altura de su formación como físico especializado en dinámica de fluidos, aunque a veces me cabreo con él porque no predice temporales para el sur del sur. Si pudiese hacer eso de manera deliberada, Martinito Barreiros sería la leche… ¡Ait!




A VECES ESCUCHO “VOZAS”.

No creo que para visibilizar a las mujeres sea necesario destrozar el idioma, que ya tiene bastante con el destrozo al que es sometido en el día a día a manos del común de los mortales, por no hablar de los malditos anglicismos.  
Me consta, entre otras cosas porque convivo con una mujer excepcional, que las mujeres están dotadas de sobrada inteligencia como para visibilizarse sin necesidad de caer en el ridículo en el que ha caído Irene Montero con eso de portavoces y “portavozas”, dando una vuelta de tuerca más a  aquello de miembros y “miembras”.

Ni Rosalía de Castro, ni Virginia Wolf, ni Emilia Pardo Bazán, ni Las sinsombrero, entre tantas otras escritoras feministas que le echan la pata a Irene Montero en lo que se refiere a reivindicar los derechos de las mujeres en tierra hostil, tuvieron que destrozar sus respectivos idiomas para reivindicarse, así que de qué va Irene. Si quiere, que se cambie el apellido por Montera, pero que nos deje en paz.
Además, ha estado poco fina pretendiendo feminizar la palabra, pues a fin de cuentas el sustantivo “voz” es femenino y ella lo ha convertido en un adefesio. Si para ser equitativos resulta que vamos a tener que duplicar las palabras e inventarnos otras para que nadie se sienta ofendido u ofendida, no vamos a ganar para diccionarios ni para folios a la hora de redactar un documento. No vamos a ganar para minos en el portaminos, si el que escribe es un hombre.

No voy a consentir que se me criminalice por usar el lenguaje con corrección. No voy a permitir que por referirme a una portavoz en vez de a una “portavoza”, se me tache de machista, o siguiendo ese criterio tan pobre, como un “machisto”. Ya está bien de inquisidores y de inquisidoras, ya está bien de confundir al personal, de que cuatro mamarrachos y mamarachas nos quieran enmendar la plana con chorradas, haciendo un flaco favor a las causas que dicen defender. Ya está bien, que nos vais a volver locos, que a veces oigo “vozas” y eso no existe, para bozas, con b de burro, las marineras.



PERSIANEROS GENOCIDAS.

5 junio de 2017. Campus de la Universidad de Jaén. Edificio D-2.
-    Amos Manolo, que tenemos faena acumulá, quita los tornillos de la caja de persiana.
-    Vale Pepe, amos allá.
-    ¡Anda la hostia!
-    ¡Qué pasa¡¡Qué es eso¡ ¡Fuera bisho, fuera¡
-    ¡Pepe, sacude la tabla que como nos muerdan nos convertimos en vampiros! ¡Zas!¡Zas!
-    ¡Qué horró Manué!

Meses más tarde, la fiscalía pide que condenen a los persianeros a un año y medio de prisión y 130.000 euros de indemnización por forzar la salida de los murciélagos okupas de día, constituyendo un acto agresivo calificado como delito contra la fauna, acto en el que cascaron 45 murciélagos de herradura. Me pregunto si la indemnización es para la familia de los murciélagos afectados, o para que alguno de la administración haga su agosto saqueando el patrimonio a costa de los persianeros.

Sin duda la justicia ha sido implacable, y ser persianero se ha convertido en un oficio de riesgo más allá de que les toque cambiar una persiana en el ático. Ahora tendrán que contar con asesoría jurídica, y hacer un estudio de impacto medio ambiental previo para cambiar persianas. En caso de que haya murciélagos, tendrán que acordonar el tambor y paralizar la obra, llamando a continuación al Ministerio de Medio Ambiente, al SEPRONA  o a quien corresponda, además de a un abogado, no sea que a un murciélago se le pare el corazón a cuenta del primer golpe en el tambor de la persiana. Sin duda tendrán que implementar sus conocimientos propios de la profesión, incluyendo otros  relativos a las especies protegidas, impacto medioambiental y legislación, ya sea general o específica sobre la comunidad de murciélagos, de herradura para más señas. Ya se encargará algún listo de proponer cursos de a 400 pavos con 5 años de vigencia.

Como si lo viera, hola soy persianero vengo por la oferta de trabajo. ¿Tiene usted al día el curso de gestión para el tratamiento de murciélagos de herradura? No. Pues al carajo, se lo saca, 400 pavos y luego ya veremos, y no se olvide del curso de gestión de zariguellas persianeras.

Respecto a los responsables del campus, que son quienes contrataron el servicio, en el parte de trabajo advertían de la posibilidad de que hubiese murciélagos en la caja del tambor, y digo yo, si lo sabían, por qué no llamaron primero al organismo que se dedica a velar por las especies protegidas, en vez de enmarronar a dos operarios que vete a saber si sabrán que los murciélagos de herradura, no es que sean caballos voladores. Y en cualquier caso, ¿Por qué no recomendaron en el parte que el trabajo se hiciera por la noche?

En cuanto a la sanción, a la vista está que las multas y las condenas no son proporcionales a lo que está sucediendo en este país. Aquí sale mucho más caro espantar a unos murciélagos para poder hacer tu trabajo, que violar a una mujer o saquear las arcas del Estado por puro placer. Sale más caro asustar a un animal, que abrir un bar sin licencia si cuentan con un amiguete en el ayuntamiento, aunque se ponga en riesgo la salud de la clientela y se pasen el impacto medioambiental por sus cojones cocineros.

Lo que está claro es que a estos dos desgraciados no se les va a olvidar cómo es un murciélago de herradura, y que para otra, la persiana la va a reparar el decano con los cuernos.

miércoles, 7 de febrero de 2018

LA HUMANIDAD ESTÁ DE ENHORABUENA.

La humanidad está de enhorabuena porque ha lanzado al espacio un coche “tripulado” por un maniquí llamado Starman. Es un descapotable eléctrico, ecológico de cojones, aunque técnicamente, dado que no tiene utilidad alguna en el ámbito en el que está, no pasará de ser basura espacial, qué paradoja.
La humanidad está de enhorabuena porque ha lanzado al espacio un Tesla Roadster, mientras en las tres cuartas partes del planeta Tierra, los desheredados tienen que recurrir en el mejor de los casos, al empleo de bestias famélicas para tirar de sus destartalados carromatos.
La humanidad está de enhorabuena pues, descapotable al margen, se acerca más a la colonización de un planeta desierto, cabeza de playa para que unos cuantos elegidos lleguen más lejos mientras dejan a la mayoría atrás, muertos de hambre y con el planeta hecho unos zorros.
La humanidad está de enhorabuena, porque volviendo al descapotable errante, lleva inscrito un mensaje destinado a que lo reciba la posible vida inteligente que lo encuentre, un mensaje que literalmente dice “Made on Earth by humans” en inglés, en la tercera lengua más hablada después del chino y del castellano. El conjunto viene a significar, mirad lo que somos capaces de hacer, enviamos al espacio un descapotable con un maniquí llamado Starman y nos disponemos a colonizar un planeta desierto, cuando apenas valoramos el que ya tenemos. Ya puestos, a lo de “Made on Earth by humans”   añadiría “Semos cojonudos” pero en español, que en otros idiomas la cosa pierde chicha.
Para finalizar,  Amazon está de enhorabuena, porque dentro de relativamente poco ampliará su negocio de paquetería y creará la opción Amazon Prime Space, para enviar mercancías al planeta rojo, que en realidad es gris como el futuro que nos depara.

En fin, que la humanidad está de enhorabuena, oiga, y por eso voy a dormir más tranquilo, pues un maniquí llamado Starman, en memoria del Bowie que está en los cielos, surca vigilante el espacio con ese mensaje… “Made on Earth by humans” con dos cojones. De ser recibido por la peña alienígena, probablemente los animará a invadirnos y exterminarnos por gilipollas, por ser tan adelantados para algunas cosas, y tan retrasados para lo fundamental.