viernes, 27 de enero de 2023

SIENTO ASCO

No me sorprende que un demente o un fanático de la índole que sea, salga a la calle machete en mano y se cepille al que se le cruce por delante. Está dentro de lo previsible. Lo que me sorprende, lo que más me asusta, es esa gente aparentemente normal que, móvil en mano, registra el acto criminal acompañándolo de comentarios como si estuviesen radiando un partido de fútbol; “Lo mata, lo mata… ira, lo ha matao killo… ahí lo ha dejao, tirao en el suelo… je (interjección de risa incrédula en tono neutro, como si estuviese viendo la secuencia de un video juego)”

Móviles que deberían estar colapsando las líneas telefónicas de las fuerzas de seguridad, se emplean en filmar un crimen, no pensando en inculpar al criminal, sino en el minuto de gloria en las redes sociales o los medios de comunicación. Y todo el mundo escondido, sin mover un músculo, mientras la víctima se desangra en mitad de una plaza.

Diréis, qué fácil es opinar desde el sillón de casa, pero en ese sentido, aunque resulte presuntuoso decirlo, podría dar unas cuantas lecciones sobre dar la cara y jugarse el tipo por alguien refiriendo unos cuantos casos vividos en carne propia, algo que en mis tiempos mozos no era nada extraordinario, era simplemente lo que había que hacer. No digo que en estos no haya personas que se impliquen en estas situaciones, pero es evidente que por cada uno que lo hace, hay veinte grabando con un móvil.

Luego está el tratamiento que le dan los medios de comunicación a esas imágenes. Las ponen en bucle con banda sonora incluida, para darle un toque cinematográfico al asunto y enganchar al espectador. Y los comentarios de las Griso, las Pardo, los Manu, los Piqueras, etcétera, metiendo el dedo en la llaga de las víctimas colaterales con la saña propia de un psicópata, para sembrar el miedo y el desasosiego; “Qué sintió cuando le rompieron el corazón… ¿Lloraron sus hijitas la muerte de su abuelito? Cómo de grande era la herida, y cuánto sangraba…”

Y para finalizar, están los que buscan el rédito político. Unos para sembrar el odio, otros para dar pie a que los otros siembren el odio y erigirse en defensores de la justicia y la paz mundial, cuando en realidad les importa un carajo, y algunos, para desmarcarse no sea que les salpique la mierda. Todos por su propio interés, para recabar o evitar perder votos.

Siento asco de esta sociedad enferma capaz de dejar desangrarse a alguien física o emocionalmente, con tal de protagonizar el acto de manera indirecta, a posteriori, a costa del sufrimiento ajeno, ya sea por decir aquello de yo estuve ahí (sin hacer nada), por batir récords de niveles de audiencia, o por lograr réditos políticos como hace la chusma de la clase política que nos hemos regalado. Siento mucho asco.

 

 

 

 

viernes, 13 de enero de 2023

¿SHAKIRA EMPODERADA?

Por lo que he visto en los medios, parece que así lo perciben, sobre todo las chicas de las nuevas generaciones a las que cada vez confunden más, creo que a propósito.
El empoderamiento femenino es algo más serio que escribir una mala letra visceral y revanchista por un amor despechado. El empoderamiento femenino básicamente es un proceso que busca el incremento de la participación de las mujeres en los aspectos de su vida personal y social, en la toma de decisiones y el acceso al poder, etcétera.

La reacción de la tal Shakira nada tiene que ver con el empoderamiento femenino. El berrinche y la venganza no tiene género, es berrinche y venganza a secas, reacciones censurables y poco inteligentes, las tome quien las tome con independencia de su raza, sexo, ideales políticos, creencias religiosas o ausencia de ellas.

He oído decir a algunas chicas, con el entusiasmo propio de la plebe que idolatra a su libertadora, que menuda “letraza” se ha marcado la tal Shakira, algo así como; “Pa tipos como tú, uh-uh-uh-uh, oh-oh oh-oh, pa tipos como tú, uh-uh-uh-uh, perdón, ya cogí otro avión” etcétera.
De entrada, denota que las criaturitas andan un poco perdidas en cuanto a calidades musicales se refiere. Pero como decía al principio, y esto es lo más triste, están perdidas en cuanto al significado de los principios del empoderamiento femenino.

La letra, que parece más un conjuro chamánico que una canción, es pésima tirando a peor. Como muestra un botón; “Pa' tipos como tú, uh-uh-uh-uh…oh-oh…” Es el producto de una pataleta compuesta a toda prisa, y reconvertida deliberadamente en una máquina de hacer dinero, porque su audiencia no da para mucho y se tragan lo que sea.

Y he aquí toda una declaración de intenciones; “Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan…” y gesto cling, cling de máquina registradora. Hacer dinero en definitiva, pero a costa de qué ¿De airear trapos sucios y miserias personales implicando a terceros, incluidos sus pequeños?
Indirectamente ha convertido a sus vástagos en arietes para derribar las puertas de una relación fallida, abocada al fracaso desde el mismo día en que se conocieron, esto es, escuchad mi canción niños para saber lo cabrón que es vuestro papá. Esta patulea del estrellato no tiene ni puta idea de lo que es manejarse en las relaciones sentimentales, más allá de salir en un photocall y dar exclusivas a los medios de comunicación.

No seré quien defienda al mamarracho aludido, pero ¿qué hubiera pasado si la canción la hubiese compuesto el tal y arremetiera contra Shakira y su nueva pareja? Esto es; “A ti te quedé grande y por eso estás con uno igualito que tú, uh-uh-uh-uh…”
Probablemente acabaría siendo tachado de machista al ridiculizarla y despreciarla por largarse con otro, y si me apuran, de maltratador potencial, por no aceptar que la tal, habiéndole dicho eso de “si es sí pero no contigo”, pueda marcharse libremente con quien le salga del chichi, porque como mujer empoderada ha sido su decisión y punto, como debe ser.

Y por ir concluyendo, está la vertiente materialista de este despropósito de letra. “Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan (…) Cambiaste un Ferrari por un Twingo. Cambiaste un Rolex por un Casio…”
Básicamente traslada a las mocedades antes mencionadas, el mensaje de que todo vale por la pasta, que lo que mola es tener un Ferrari, no un Twingo, y mucho menos un bonobús. 

Además, qué cojones pasa con los relojes Casio. Tengo uno que compré hace 40 años y ahí sigue, dando la hora en superficie, y durante muchos años, bajo la cota cero. En cambio conozco a alguno que posee un reloj de los caros carísimos que adquirió en tiempos de bonanza, y que a día de hoy lo tiene parado porque no dispone de dinerales para llevarlo al servicio técnico. Y es que resulta que los Rolex, las Shakiras y los Piqué son carísimos de mantener, y con el paso del tiempo acaban dejándote tirado. Anda que os den uh-uh-uh-uh, oh-oh oh-oh…