martes, 16 de enero de 2024

CANIPAPIS

Lo he pensado. Me voy a reinventar, palabro muy traído por los coach, esos promotores del no es país para viejos, aunque ellos no caigan en la cuenta de que les quedan tres cuartos de hora para serlo.
Lo primero que hay que hacer es un estudio de mercado. Yo ya lo he hecho. Hay mascotas a punta pala, incluso más que bebés humanos. Y quienes las poseen, erigiéndose como papis y mamis de bebés mascotas, suelen tener la brújula descompensada, así que será fácil convencerlas de que, a sus perritos, les harán falta zapatitos. De hecho, ya los hay. A los gatos los descarto, porque no hay cojones para ponerles nada en las garras. Los perritos, que son más de andar por la calle, tienen cuatro patas, es decir, el doble de una persona humana. Un filón.
También hay que pensar en el nombre del negocio. Qué os parece CANIPAPIS. Cani, de perro, y papis con la doble acepción de papás del perro, y papis de zapatos. Aunque no sé, quizá debiera considerar la inclusión de género, no la vayamos a joder, optando por CANIPAPIS&MAMIS. Yo qué sé.
También tendré que pensar en el producto. Por ejemplo; zapatos de charol o de punto de lana para los caniches, sandalias cangrejeras para los perros playeros, zapatillas de deporte para los galgos, guantes de boxeo para los bulldozer… Sí, guantes también.
Parce un poco descabellado, pero me temo que en poco tiempo estará normalizado. A fin de cuentas, ya hay casos de humanos que se han “transformado” en perros, porque hay individuos que directamente no tienen brújula.
Pensándolo bien, no me veo en el negocio tratando con semejantes especímenes, y no me refiero a las pobres mascotas. Bastante tienen con que las vistan de espantapájaros y las idioticen por sistema.
En ese sentido, los gatos salen mejor parados, incluso los gatos callejeros como los que se asientan en colonias en los bloques del Campo del Sur, un gueto gatuno de cara al Atlántico, en donde la jerarquía, se establece a base de gañafón. Un lugar que vendría bien para despabilar a esos pobres perros, algo así como un campo de entrenamiento tipo Coronado regido por gatos, para adiestrar perros. Pensándolo bien, este modelo de negocio me gusta más, pero algo me dice que no tendría tanta aceptación. Podría acabar lapidado por la propuesta, porque hay mucho papi y mami perruno que odia a los de su propia especie, la humana.
 

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