680
Pues eso, 680 millones dedicados
al “progresismo” en Andalucía, certificados a fecha de hoy por un tribunal. Los
andaluces, baluarte del socialismo en España, sostuvieron ese modelo de “progresismo”
durante 38 años. Unos por conveniencia, formando parte de la red clientelar.
Otros por miedo a que viniese la extrema derecha y por gilipollas; al final esos
mismos se han pasado a la extrema derecha como respuesta a la tomadura de pelo
del PSOE.
Lo dije el 8 de noviembre a las
23:44 h. Fue a colación del abandono de la comisión de investigación de la
FAFFE por parte de Chaves y Sánchez Maldonado; decían que la comisión estaba
atentado contra su honor. Escribí, que el honor es a estos tipos, como la
virginidad a una prostituta. Ahí queda la cosa, reafirmada por una sentencia
judicial.
Toda una trama para despilfarrar
el dinero en favores, comprar voluntades, drogas y prostitución. Seiscientos
ochenta millones de euros que debían haberse empleado en paliar las necesidades
de los parados. Entre tanto, estos hijos de perra, dándose golpes de pecho por
los derechos sociales de los trabajadores y trabajadoras, valiéndose de los
réditos del cuento de que viene la extrema derecha, ideal para generar miedo
entre la masa boba, el atajo de indocumentados que asumen un discurso sin más.
También lo apunté el 8 de
noviembre a las 23:44 h. Escribí que un
trabajador que vota a la derecha tal vez sea un gilipollas, porque en teoría,
la derecha tiende a defender los derechos del patrón en detrimento del
trabajador. Pero al menos se les ve venir de frente y se puede barajar la
situación, pues a veces menos es más, aunque nos joda.
Sin embargo, los que han sostenido
al PSOE durante 38 años sin rebañar nada, son gilipollas por partida doble. Les han dado
directamente por la retaguardia de la forma más mezquina posible. No solo les
han dado menos, sino que se han quedado con que les tenían que dar para
intentar remontar en el panorama laboral reinventándose de nuevo.
Por otro lado, se ha constatado
un caso de corrupción sin precedentes, pero qué curioso. Pablo Iglesias, el que
no dudó en calificar de partido de delincuentes al PP, en este asunto se ha
puesto de perfil. La razón está clara, no puede desperdiciar la oportunidad de
sacar tajada de la tarta de poder en sus negociaciones con Sánchez. Además, le
pasa como con los asesinos. Para Pablo Iglesias, asesinos son aquellos que
matan según a qué personas, y para él, la memoria es jodidamente selectiva…
están los asesinos del franquismo, y los etarras hombres de paz. Pues con la
corrupción le sucede lo mismo, robar está feo, pero si roban los progres, está
menos feo. Como dijo aquel, son unos hijos de puta, pero son nuestros hijos de
puta. De Sánchez, qué voy a decir…
Y finalizo con Susana Díaz. Menos
mal que puso la mano en el fuego de boquilla. Si la llega a poner de verdad, se
iban a escuchar los alaridos en Pamplona. Ahí anda la tía, oculta bajo el
estercolero socialista obrero español y española.
No hay comentarios:
Publicar un comentario