miércoles, 13 de marzo de 2019


PERIODISTAS DE GAMA BAJA.

Era la hora del té, el bizcocho de las seis y el documental sobre tiburones en Natura, pero como el que emitían lo habíamos visto, tuve la osadía de zapear y aterricé accidentalmente en la CUATRO, donde trataban el accidente del Boeing 737 Max 8 de Ethiopian Airlines. El tratamiento que estos medios  amarillistas suelen dar a estos asuntos, ya se sabe, y en este caso no fue diferente.
Especulaban sobre las causas del accidente como si fuesen expertos del NTSB, soltando disparates como un fusil ametrallador. El más sonado, al menos en el breve espacio de tiempo en el que pude sostener el botón de cambio de canal, lo dijo una tertuliana cuyo nombre desconozco, lo cual indica que no se trataba precisamente de una periodista reconocida, si es que era periodista.
La tertuliana en cuestión dijo, con esa temeridad que caracteriza a los ignorantes, que el accidente estaba relacionado con la proliferación de los viajes low cost, a lo que otro tertuliano respondió que una cosa son las compañías low cost en las que se puede viajar más o menos cómodo y en las que te pueden putear con el tema del equipaje, y otra la normativa en materia de seguridad aérea que se aplica a la fabricación y el mantenimiento de los aviones, y que éste en cuestión, era un modelo nuevo al que difícilmente se le podía achacar un problema de falta de mantenimiento.
Entonces la avezada tertuliana esgrimió otro “argumento de peso” diciendo que no se refería a viajar más o menos cómodo, sino a que probablemente se tratase de “un modelo de avión de baja gama”… y se quedó tan fresca. Esto es, según ella, la Boeing Company fabrica aviones de “baja gama” que son susceptibles de estrellarse, y el 737 Max 8 puede ser uno de esos modelos.
Por darle un poco de cancha, de haber formado yo parte de la tertulia, le habría preguntado a la tertuliana, por ejemplo, si considera que el Airbus A480 es un avión de “gama baja” y a continuación le habría recordado el incidente sufrido por uno de estos, operado por la compañía Quantas, en el que uno de sus motores Rolls-Royce Trent 900 reventó por culpa de un tubo de una pulgada de diámetro por el que se produjo una fuga de aceite por un problema de diseño y tal y tal. Le preguntaría quizá, si considera también que la Rolls-Royce fabrica motores de “gama baja”.
Pero eso sería hacerle demasiadas concesiones, pues es obvio que se trata de una indocumentada, y aun argumentándole el asunto, sería capaz de entrar en una dinámica de discusión chabacana y corralera, de egos tocados y de mal perder propia del periodismo de baja gama, que por ser de baja, en muchos casos ni siquiera son periodistas de carrera. Pero ahí están, cobrando parné, porque de lo que se trata es de alimentar el morbo y crear polémicas, de tirarse los tiestos a la cabeza en un plató de televisión, de hundir a personas y a compañías enteras, da igual que sea la churrería de un pueblo o la Boeing Corporation. Se trata de periodismo basura, qué narices, otorgarles la etiqueta de periodismo de baja gama sería concederles demasiado mérito.
Así pues, creo que no llegué al minuto, cambié de canal, y al aterrizar en el siguiente decidí que lo más inteligente era apagar el televisor, y que más inteligente aún habría sido no encenderlo.

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