DÍA INTERNACIONAL DE LA CÓLERA.
Y por qué no. A fin de cuentas no
deja de ser un estado emocional puntual, pues las emociones son reacciones que
producen en base a estímulos externos. Esto es, una persona puede estar happy
que te rilas hasta que llega un cabrón, le poda el bonsái en el que basaba su
felicidad, y encima le da dos guantás. Después de eso, lo más probable es que
esa persona pase de un estado de felicidad a otro de cólera, tristeza o apatía,
que al igual que la felicidad, serán puntuales. Si sigue siendo feliz después
de eso, es que tiene dada una pedrada y no es persona.
Pero nos quieren vender la moto
de que la felicidad perpetua es posible, algo así como no enfermar nunca, podemos
ser felices sobre todo acaparando bienes materiales, viajando más que Willy Fog,
llevando una vida social intensa, haciendo yoga o asistiendo a sesiones de
risoterapia, ja ja ja…
Algunos de los que viajen a la
India con el Corte Inglés, regresarán maravillados por lo felices que son los
hindúes a pesar de lo pobres que son, argumentando por ello, que es posible ser
feliz permanentemente, aun sin tener dónde caerse muerto, pues los espacios
dignos en la India están copados por los ricos y por las vacas sagradas. Wonderful
India mientras no seas mujer o de una casta chunga, pero son felices “osea”, y
lo cuenta uno que ha estado durmiendo en el hotel The Imperial de Nueva Delhi a
pensión completa.
Y claro, con ese pretender que
seamos felices permanentemente sin dar opción al fracaso o a una tristeza digna,
cada vez hay más personas desilusionadas que se sumen en la depresión, sobre
todo cuando ven en las redes sociales lo “felices” que son los demás, y la de me
gustas o corazoncitos que tienen. Entonces acaban medicadas a base de
ansiolíticos, cuando no enganchados a las drogas o al alcohol, culminando el
proceso de caída en picado dándose matarile en la vía del tren o con una
sobredosis de barbitúricos.
Pues qué queréis que os diga, yo
unas veces me siento feliz, otras me deprimo razonablemente, y otras me cabreo
y blasfemo en arameo, que es muy saludable para liberar tensiones. La vida hay
que saber sobrellevarla en todos los estados, hay que gestionar la felicidad,
la tristeza y los días de cólera, estados puntuales de mayor o menor duración
que se pueden producir en un mismo día. A fin de cuentas la felicidad se
experimenta cuando se ha experimentado la tristeza, de otro modo no seríamos
conscientes de lo que supone ser feliz. Hay que haber caminado con una china
metido en el zapato y hacerse una rozadura para valorar el alivio que supone
meter los pies en un torrente de agua fresca.
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