miércoles, 13 de marzo de 2019


DECOUPING PLANNER.

Según he visto en el telediario, es con lo que debe contar toda aquella pareja que decida divorciarse, una “app decoupling planner”. Dicen que con esa aplicación te puedes divorciar tirado cómodamente en el sofale, mientras ahogas las penas o aireas la alegría con un buen vino, cerveza o infusión menta poleo. Si trabajas a dos pantallas, puedes divorciarte y a la vez pedir una pizza o buscar una nueva pareja para solapar el proceso.
La app se encargará de buscar un abogado para consensuar a las partes en el reparto de los bienes, la pensión alimenticia, etc. También facilitará la venta de la casa, el sofale, el coche, la perra, el gato, la búsqueda de un psicólogo e incluso el modo de suicidio en los casos más traumáticos, lo que incluiría un limpiador, de los que usa la mafia para eliminar fiambres.
Cinco pantallazos en la startup y el decoupling planner quedará resuelto en un plis-plas, o como cojones se diga plis-plas en inglés, que es lo suyo. No sé cómo diablos me las arreglé aquella vez que me divorcié sin una app de estas, debo estar vivo de milagro.
Estoy segurísimo de que, dado el nivel de inutilidad que está alcanzando el género humano, acabarán creando una aplicación para limpiarse el culo, algo así como una app clean your ass. Tendría una denominación tipo Cleanass o similar, tal vez más corto, Cleass que suena muy cool. 
La aplicación recomendaría el tipo de papel higiénico a utilizar, explicaría cómo regular la temperatura del bidé, cómo funcionan los WC de última generación, o qué tipos de plantas se pueden utilizar en caso de un apretón en plena naturaleza, porque podría darse el caso de que algún imbécil intentase limpiarse el cerete con una hoja de ortiga y acabe con el culo como un mandril. Sería una app para cagarse.


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