miércoles, 18 de julio de 2012


LE PETIT OISEAU…

…Sí, porque el pajarillo en cuestión era franchute. El caso es que estábamos charlando animosamente en casa de mi querida tía Juli, cuando escuchamos un pequeño golpe en uno de los amplios ventanales de la maison Rogwen. Eché un vistazo al exterior y vi  tirado en el suelo del porche  a este petit oiseau  que acababa de pegarse una leche contra el cristal de la fenêtre. Es lo que le dije a mi tía,  tener esos cristales tan limpios no podía ser ecológico.

El caso es que salí para ver si podía hacer algo por le petit oiseau, incluyendo la posibilidad de hacerle la eutanasia  activa, pero comprobé que la cosa no era para tanto y que el pajarillo tenía posibilidades de salir adelante. Lo cogí con delicadeza, lo acomodé en el cuenco formado por mis manazas curtidas por el salitre del mar, y suavemente masajeé la zona de la cabecita durante unos minutos.

Hay quien dice que mis manos desprenden un calor reconfortante, entre ellas mi querida esposa y mi hermana. Cuando la pobre mía padecía aquellos dolores tremendos en la rodilla, derivados del terrible accidente que sufrió, sentía un gran alivio cuando con mis manos friccionaba con suavidad su maltrecha rótula.

El caso es que le petit oiseau empezó a reaccionar, así que lo deposité en el suelo comprobando que se sostenía de pie. Se quedó allí varios minutos como reseteándose de su inicial estado de shock y aproveché para hacerle algunas fotos. Al poco, realizó un vuelo corto y se posó en esa rama permitiéndome hacerle algunas tomas más, hasta que por fin se largó con viento fresco, supongo que para acabar de espabilarse y contar su aventura a mademosielle oiseau, que estaría esperando inquieta en el nido 4B del castaño número 3 de la Route de Orion.

Parecerá una gilipollez, pero me hizo ilusión verle volar de nuevo. Además me sentí identificado con él porque en una ocasión atravesé una puerta de cristal en un apartamento en El Saler, solo que en mi caso, lejos de masajearme la cabeza, mis compañeros se descojonaron de mí… pero eso es una historia que contaré en otra ocasión…

El pajarillo en cuestión es un Pinzón Vulgar o Fringilla Coelebs, bastante común y numeroso en Europa, y quizás una de sus características más llamativas sea que su poderoso canto (el macho puede emitir hasta cuatro tipos de canto distintos) varía según la región en la que se encuentra, algo que los ornitólogos definen como, cantos regionales.


3 comentarios:

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  2. Pues tuvo suerte, porque he visto a varios empotrarse contra los cristales de los hangares de mi trabajo y han quedado fulminados.
    Serán tus manos...
    En una ocasión se la pegó un tordo, un pájaro negro bastante grande...De pronto, el emisorista salió a por él y se lo llevó a la cazuela.
    Dicen que caen millones de pájaros al año en el mundo debido a los cristales.

    Bonita foto...
    Pío, pío...pirripipipiripipipi.

    El anterior mensaje lo eliminé porque ya me valió poner hangar sin hache.

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