martes, 10 de abril de 2012

LOS CAMINOS DE LA FE (Religiones, tribus y otras especies)



Me parecieron testigos, testigos de algo, o de alguien, de esos que predican carpeta en mano y con sonrisa perenne, que queda poco tiempo para que el mundo se vaya al cuerno, que hay  preparado un avión con plazas limitadas con destino al cielo, para los buenos, y que los malos nos quedaremos en tierra con dos palmos de narices y con los cojones ardiendo.

El caso es que los cuatro caminaban por delante de mí por territorio charlie, una de esas zonas tomadas por tribus urbanas… Sí, porque ahora resulta que involucionamos y volvemos a las tribus. Punkis, emos, pokemones, mamones, góticos, narcóticos, skinds, pijos, matracas, nonainos, ultras, antisistema, mods, heavies, nietas, mareros, majaderos… Cada uno de su padre y de su madre pero con un denominador común, todos tienen una pedrada dada.

Supuse que esos cuatro cruzados de lo divino que llevaba delante, uniformados con sus camisas blancas y con su correspondiente chapa de identificación, que los acredita como enviados del dios de los últimos días del año que viene, tenían como misión convencer a estos descerebrados para que no cogieran el sendero equivocado, y explicarles que con esas pintas no te dejan entrar en el cielo… difícil misión por cierto.

Pero los chicos de la camisa blanca pasaron de largo el barrio de las pintadas y continuaron caminando, coincidiendo con la misma dirección que yo seguía. Durante el trayecto a pie, me pregunté a qué tribu perteneceré yo, con lo cabrón que soy. El caso es que no comulgo con ningún colectivo, entre otras cosas porque prefiero tomar mis propias decisiones, del mismo modo en el que procuro buscarme la vida sin marear a nadie. Los rojos me consideran azul y los azules me toman por rojo, pero lo cierto es que yo me pongo la pintura que me sale de los cojones. Rompí la uniformidad, en la medida de lo posible, incluso cuando estuve en el ejército.

En cuanto a las creencias, también lo tengo claro. Las respeto todas, siempre que no interfieran en mi trayectoria. Me rijo por una premisa que no es infalible, la de hacer las cosas de manera que pueda tener la conciencia tranquila. Si luego resulta que al espicharlas tengo que rendir cuentas ante un ser superior, con todo respeto le entregaré el expediente de mi paso por este mundo y esperaré el veredicto por mis actos. Si me mandan al infierno, algo habré hecho mal, mas, por ser hipócrita no será... o quizá sí. No soy perfecto, un ser impecable, y también tengo mi pedrada dada.


Continuando con el paseo,  los camisas blancas cruzaron la ancha calle de un barrio decente en apariencia, y entraron en un edificio bien parecido, equipado con instalaciones deportivas. Junto a la puerta de edificio había una placa en la que se leía “La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”

Son  yankees, pensé, mormones que siguen la estela de un tal Joseph Smith. En 1830 fundó esta comunidad a raíz de una supuesta aparición de Dios que dijo haber tenido a los 14 años, en la que le reveló la necesidad de constituir la iglesia verdadera. Así que, como no había bastante con la católica, la protestante, la musulmana, la hinduista, la budista o la judaista, se sumaron estos del Joseph y los santos de los últimos días del mes de marzo en Massachusetts, que tienen una pinta de agentes de la CIA que no pueden con ella.

Y yo en medio, entre tanta tribu y tanta religión, caminando por los designios que marca mi conciencia, capeando los temporales con o sin ayuda divina, y preguntándome dónde cojones estará mi tribu, y a qué deidad se encomiendan…

De momento es mi querida esposa quien se encarga de rezar por mí, y con lo persuasiva que es, si existe, seguro que Dios le hace caso.



9 comentarios:

  1. No sé por qué, pero intuyo que el día que palmes como poco te nombran el Verdugo de Dios. Que buena falta nos hace, por cierto...

    Un abrazo.
    Excelente, como siempre, con ese aire a autenticidad.

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  2. Gracias Victor. Desde luego, como coincidamos en el otro barrio, se puede liar parda. Un abrazo.

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  3. Seguro que no vas al infierno (ya que no eres hipocrita)
    Nos ha recomendado Victor tu blog y ¡que leches! Mola

    Los santos de los últimos dias son los famosos MORMONES que por cierto y como dato decir que son la religión que en proporción más crecen.
    Otra anecdota es que su consejo de mayores (los jefes o papas o ....) hacen bien poquito dictaminaron que: los negros también tienen alma

    Desde nuestra perspectiva politica coincidimos en el analisis de respeto POR SUPUESTO, pero como ecologistas que somos, esta fauma divina no deja de ser de una riqueza arrebatadora con todas las miserias y grandezas que tenemos los hominidos

    Saludos

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    1. Gracias EQUO¡¡¡ El infierno creo que debe ser donde estamos, al menos a mí me huele a chamusquina. Saludos¡¡

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  4. Genial esa foto ¡

    Y desconcertante por no habitual, la sinceridad, la falta de disfraces para que parezca que somos diferentes a como somos,

    y que leches¡ si somos así como somos lo menos es mostrarlo sin rodeos,

    si tu premisa fuera la premisa de entidades, estamentos y un buen porcentaje de las personas que convivimos aquí y allá,
    quizás no haría falta que hubiera nadie más inventándose religiones y otras empresas dedicadas a empequeñecer al prójimo,
    y posiblemente el juez citado se largara de vacaciones sin dejar fecha de regreso , ja ja

    Abrazos

    [ ya visité ayer tus anteriores entradas, al ver tu comentario donde Víctor, y me rei un rato, y eso es lo mejor que podemos aportar, ya que la risa es salud, dicen

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  5. Sí señor, y yo con dos ovarios.Respeto y tolerancia pero cuidadito, libertad absoluta. No irás al infierno, es infierno está aquí en este preciso momento, el Dios al que reza tu esposa es AMOR y por deducción no ha podido crear este sitio tan tétrico.
    http://lalunagatuna.wordpress.com/

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    1. jejejejej... Gracias dominique. La tetricidad viene de que estoy de un fatalismo tremendo. Afortunadamente mi esposa compensa con su luz. Saludos¡¡

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  6. Ojú, por muy persuasiva que sea tu mujer, a ti no te libra ni el mismísimo D.Dios del infierno. Pero no te preocupes, lo que nos vayamos a encontrar en el infierno no va a ser peor de lo que estamos viviendo en este paraíso donde vivimos.

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