domingo, 29 de abril de 2012

EL PRECIO DEL PAPEL ( El reciclaje )

Uno hace verdaderos esfuerzos por colaborar en el reciclado del papel y todas sus variedades, pero sinceramente no resulta nada sencillo, porque hay una serie de listos que se empeñan que consumir papel, pero trasladando a otros la responsabilidad del recicle. He aquí unos cuantos ejemplos.

Apenas abres el buzón, te encuentras con una amalgama de propaganda metida con calzador, diría incluso que con mala leche, por esos que se buscan la vida de esa manera. Podría ser muy lícita de no ser porque están copando la capacidad de mi buzón con información que no me interesa, y lo que es peor, con papeles que luego me toca “reciclar”.

Otra cosa que tiene guasa es el tema de los bancos. La información que espero de ellos es que detallen los movimientos en mi calamitosa cuenta, que se pueden resumir en un puto papelito… Pero no, los colegas me tienen que mandar a diario tochos “personalizados” dirigidos al Sr. Arroyo, tratando de convencerme para que invierta en fondos de inversión, para que compre una vajilla modelo Sisí Imperial, o para que asegure la escobilla del WC con opción a participar en el sorteo de un Mercedes clase C, que por otra parte si me toca, más que un favor me hacen una putada, porque a ver cómo cojones pago después el seguro del coche y las revisiones en la puta de Mercedes con la mierda de cuenta que tengo. El caso es que ya te topas con otro montón de papeles que no sirven ni para limpiarte la recámara.

Después vas al Prycapollas, al Mercaperdona o al Covatedan para hacer la compra de un mes (que luego sólo dura una semana) y te traes toda suerte de papeles y derivados en forma de packs… packs de yogurts, packs de latas de conservas, packs de compresas con alas y servodirección, packs de packs… y cuando te das cuenta tienes otra tonelada de papel cartón que te cagas a cuenta de los putos packs.
Los fascículos, ni te cuento. El otro día compré una réplica de un avión a escala que tenía 14 centímetros de envergadura, y un fuselaje de 11 cm, una mierda de pequeño, con lo grandes que se ven en la publicidad. Pues bien, el cartón en el que venía presentado, rondaba el A3, con dos cojones.

Si vas a realizar cualquier trámite burocrático, ya te cagas del todo. Te cagas en el Estado y te cagas en la panda de caraduras que manejan el cotarro. A pesar de que se supone que todo está informatizado, no te libras de rellenar modelos de solicitud de todos los colores y por triplicado, para que se enteren de que eres fulano de tal y tal y tienes un DNI tal y tal, con todo lo que ha llovido desde la primera vez que te registraron en la base de datos.
Así que más papeles, que ahora te proporcionan encarpetados en cartulinas satinadas con el logotipo del Ministerio de turno, y propaganda estatal tipo “mira que bien trabajamos por ti los miembros y miembras de este Ministerio”, trabajo fino de imprenta que pagamos todos de nuestro bolsillo.

El caso es que acabamos teniendo en casa una sucursal de las plantas de reciclaje porque a los bancos, a los comerciantes, a las editoriales o a las administraciones públicas no les da por ser un poquito más comedidos con el uso del papel, pasándonos encima la pelota de la responsabilidad del reciclaje.

Entre tanto las papeleras echando humo… y que no falte. Y que no falte dirán los que trabajan en la fábrica de celulosa, y los que reparten propaganda, y los del banco Santantán, y el que empaca los packs o los avioncitos, y los chupatintas del estado políticamente correcto. Y al otro lado los ecologistas, y los del medioambiente, y el Seprona metiendo caña.

Y yo en medio, con los cojones hinchados, en mitad del fuego cruzado de todos esos cabrones, apechugando con la responsabilidad responsable del buen ciudadano teniendo la casa llena de papeles y cartones, y además, de bolsas de plástico, pilas de mercurio, vídrios, aceites usados… vamos, lo que se dice viviendo en la delgada línea del Síndrome de Diógenes.
Yo reciclo, pero no me ahoguen entre tantos papeles y entre tanta mierda, y sobre todo que no me toquen los cojones…

(LA FOTO: FÁBRICA DE CELULOSA EN SAN JUAN DEL PUERTO - HUELVA.
COMPADEZCO A AQUELLOS QUE TIENEN QUE RESPIRAR ESOS HUMOS.




3 comentarios:

  1. Pues sí que tienes razón!!!Lo triste es que el papel significa el cacrificio de un árbol...uso poca celulosa, panuelos de tela de los de antes, servilletas de mesa de tela también, lo único el papel wc, lo de la piedra me parace un poco ir a lo bruto. Con el resto del papel lo utilizo para mis gatos, y no compro un diario ni por asomo y revistas del corazón no gracias. Ya ves pongo mi granito de arena jeje.
    De todas formas lo has explicado muy requete bien y de forma más que ilustrada.jeje.
    Abrazos.

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  2. Toda la razón.
    En casa tengo cuatro cubos. Dos colgados en la pared y otros dos en el suelo.
    Ciertamente les ha venido de perlas que reciclemos. Así pueden seguir inundándonos de mierda.
    Algunos a esto lo llaman progreso...

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  3. Toda la razón en cuanto a que nos han dejado "el papel" de estar situados en mitad del fuego cruzado, de las ganancias cruzadas de unos y otros sin que a nosotros nos toque más que limpiarles la mierda ( y encima dirán luego que nosotros somos los responsables de "tanto consumo innecesario de...." ).

    Gracias por tan buenos Aportes que nos traes

    Abrazos

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