viernes, 18 de octubre de 2019


FASCISTAS Y FASCISTAS.

Y llegaron los que faltaban, los energúmenos de extrema derecha, fascistas para más señas. Era de esperar, pues la basura llama a la basura. Pero de pronto, para los medios de comunicación, los otros dejan de ser extremistas del CDR. Ahora los identifican como anti fascistas, y claro, eso a algunos les suena mejor, a trinar de pajarillos… la lucha de clases, la izquierda combativa, la barrera antifascista, el no pasarán, y esas gilipolleces trasnochadas que manejan algunos que siguen  anclados en el 36. Es como si repentinamente, se pudieran pasar por alto todas las barbaridades que han hecho estos del CDR y la panda de niñatos y niñatas descerebrados, que se suman a las algaradas por mera diversión.
Antifascistas, por los cojones, porque yo no tolero a los fascistas y no me identifico con esa basura. Toda esa chusma extremista que se envuelve en la bandera de la estrella y las barras, son tan fascistas como los de la bandera del pollo. Y conste que me refiero a los extremistas. A mí, que un ciudadano catalán defienda civilizadamente, dentro de la legalidad, su anhelo de independizarse o de cambiarse de apellido, si le molesta apellidarse Pérez, me parece legítimo, así que no me salten a la yugular, que no meto a todos los independentistas en el mismo saco.

A ver si nos damos cuenta de que lo que está sucediendo es, que toda esa chusma sin educación que se ha generado en las últimas décadas, esos pequeños tiranos consentidos por sus puñeteros padres, en ausencia total de valores fundamentales, han crecido y ahora campan a sus anchas haciendo lo que les viene en gana, esto es… dar palizas a los compañeros de estudio más vulnerables con el fin de subir la agresión a las redes, insultar a sus profesores, cometer violaciones en grupo, y ahora, incendiar las calles, tratando de adjudicarse la muerte de algún policía, ya sea bajo la bandera del pollo, o de esa burda copia de la bandera de Cuba. Es esa chusma juvenil, insolente y descastada, pero a la vez asombrosamente dúctil, de la que se valen para sus fines los fascistas supremacistas como Puigdemont y  Torra, burgueses de derechas, qué cosas, que aspiran a ser caudillos de su terruño. Conste también, que no meto a todos los jóvenes en el mismo saco.

Así que, señores de los medios de comunicación, progres varios de pandereta, e indepes ingenuos, no pierdan la perspectiva tomando por fascistas a unos y a los otros no, porque como os descuidéis, os van a hacer la envolvente y os vais a enterar de lo que vale un peine y de lo equivocados que estabais.  

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