sábado, 19 de mayo de 2012

LA DKV QUE ME TRANSPORTÓ AL PASADO

Cuando vi la DKW desde lo alto de una colina cercana a Velamazán (Soria), no pude resistirme a acercarme para tomar algunas instantáneas y quedarme a observarla integrada en ese entorno por el que parecía no haber pasado el tiempo.
Me atraen estos viejos cacharros, y a pesar de su estado de abandono, aun son capaces de transportarme al pasado, a mi infancia, cuando mi percepción del mundo adquirió su mayor dimensión. Las carreteras me parecían más largas, los paisajes infinitos, las ciudades más distantes y diferentes. Los pueblos eran pueblos donde olía a pan recién hecho, a leña, y la gente era amable, educada y daba los buenos días.

Aun quedaban sierras con rincones sin explorar en las que campaban los lobos, los osos, los linces, los buitres leonados, la cabra montés…
Aun quedaban playas vírgenes con botes de pesca varados en sus blancas arenas, que salían al amanecer para faenar, regresando al atardecer cargados hasta las trancas de caballas, corvinas, doradas y mil especies que vendían en la misma playa si se terciaba, por no hablar de aquellos pescadores que lanzaban sus redes en las cristalinas aguas a pie de orilla.
Las DKW y las AVIA, las EBRO, las Austin… transportaban el pescado fresco, la leche fresca, la fruta fresca, la carne fresca, el frescor y el sabor que se ha perdido con tanto transgénico y tanta mierda congelada y plastificada.

Cuando me metí en mi coche y vi los plásticos, la electrónica, los airbag, tomé conciencia de la realidad. Las cosas funcionarán mejor pero han perdido su encanto… el mundo de pronto parece que se ha encogido y se ha uniformado tanto que resulta impersonal, y lo que se considera exótico, está tan explotado que ha perdido su esencia, del mismo modo que pierde su esencia la contemplación de un león en un zoológico.

Las ciudades se han desbocado, los pueblos se han contaminado de las ciudades y la gente no da los buenos días ni a punta de pistola. Los paisajes se han deteriorado o se han convertido en parques temáticos en los que hay más guardas con todo terrenos que animales. Las playas son de hormigón y escollera y no se pesca un carajo, solo se ven sombrillas y apesta a crema solar. Las furgonetas Iveco, las Mercedes, las Citroën Jumper o las Ford, transportan productos fabricados en China, bebidas light y comida enlatada... Lo malo es que el futuro que nos vaticinan me gusta aun menos… hay que joderse.


2 comentarios:

  1. desbocados, podría titularse, aunque pongo los títulos un poco raros,

    Es una foto preciosa, y el texto... pues eso, que brindo y doy gracias por tener esos recuerdos, olfativos, visuales, táctiles, sonoros, ese campo, esos pueblos,,
    siempre es un placer acordarse del pueblo, donde ni las cuadras olían mal¡, donde el tiempo y los días seguían otras líneas, no se regían por lo mismo que en "lo civilizado", donde efectivamente, nadie te miraba raro por saludarse al pasar, dode se podía percibir la paz muchas más veces al día y de manera más integrada y natural, es lo más chocante con respecto a los espacios esclavos en los que nos solemos mover.

    Abrazos

    ResponderEliminar
  2. Lo que fastidia es que ya lo que no esté envasado no se puede vender, y las ventas espontáneas están prohibidas, pero lo que realmente fastidia, es que no lo hacen por nuestra salud, como prodigan, sino por el dinerito que mueve todo lo que necesite transformación. Estamos en una situación penosa, es normal que a veces nos den esos arrebatos de nostalgia.
    Un beso.

    ResponderEliminar