Pues sí, el ministro de transportes y criminólogo del reino, tiene
razón; va a ser un sabotaje. Los argumentos que esgrime son aplastantes. El presunto comando
operativo de extrema derecha, que ha realizado la tropelía, sabía lo que hacía.
Nada que ver con las mafias del Este que se llevan cienes y cienes de metros de
cobre, pensando en el bien común, porque no lo hacen en días señalados y,
además, reactivan el mercado de cobre con China.
Los fascistas han ido a joder, robando solo unos metritos de
cable, que darán trescientos pavos como mucho, que eso para un pelacables
itinerante, es peccata minuta. La intención ha sido claramente provocar el caos,
en connivencia con la empresa privada de alta velocidad Iryo, que también le
tiene hincha a Pedro Sánchez. Como si lo viera: Ya he cortado el cable Manolo,
levanta el pantógrafo con mala leche, para terminar de organizar el sindiós. Y
el maquinista fascista levantó el pantógrafo de aquella manera y chass chass,
se apagó la lu, Marilú
Siguiendo la lógica del ministro, llegamos a la conclusión de que
el alunizaje que hicieron en el bareto del Bartolo, también es un sabotaje. Los
destrozos provocados en el bar fueron cuantiosos, pero los aluniceros solo se
llevaron 63 pavos que había en la caja, de lo que se deduce, que lo que
pretendían, no era robar sino joder a los parroquianos, además, en vísperas del
derbi de futbol entre Villa Conejos de Arriba y los de Abajo. Un sabotaje de
manual.
En definitiva, esto se llama retorcer el relato, que en eso son
expertos estos artistas del despiste, o eso piensan, porque hay que ser muy
tonto o estar muy agradecido, para tragar con ello. El único sabotaje plausible
que se está produciendo, es el que están haciéndole a la búsqueda de la verdad.
En cualquier caso, y en el supuesto de que hubiese sido un sabotaje
¿Quién tiene la responsabilidad de intentar evitarlos de manera eficaz? ¿Quién tiene
el deber de disponer los recursos necesarios para mitigar los efectos, si no ha
podido evitarse el sabotaje? Efectivamente, el Estado, con su presidente como
cabeza visible. Ni una autocrítica en la Sesión del Congreso de hoy, o lo que
cojones sea el circo ese. Eso sí, palmaditas en la espalda por lo bien que se
comportó la ciudadanía, obediente y resignada, como le gusta al presi. Algunos asumen
que, entre lo malo, hay que elegir lo menos malo, si los sodomizan, que les
metan solo la puntita, total, la dignidad es un constructo de un pasado
casposo. Pues disfruten del enculamiento, prefiero resistirme, aunque sea por
dignidad.
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