viernes, 28 de julio de 2023

EL DISPARO.

Te voy a hacer una foto, dijo, y se puso delante el muy osado. Visto y no visto. Una del 7.62 le voló el tercio inferior de la oreja izquierda y desde entonces le llamaron media oreja. A quien se le ocurre Bartolo. Y suerte que el chopo estuviese más descompensado que una escopeta de feria, que si no...

Va. Obviamente estoy de coña. Se puso delante, pero el chopo estaba descargado, comprobado el cargador y el ánima del fusil, seguro puesto y el dedo índice fuera del guardamonte. Nada parecido a horas antes, durante los ejercicios de fuego real en movimiento. En guerrilla, en cuña, en rombo cerrado… y pobre del que rompiera la formación en plena balacera o tomara por el pito del sereno las indicaciones del Jefe de Equipo de Fuego recibida de su inmediato superior, el sargento de marras, sargento primero Gutiérrez para más señas. Pa habernos matao cien veces, sobre todo cuando llegaban los nuevos reemplazos con la aguja más mareada que un compás sin compensar.
Eran otros tiempos claro. Hoy tienen al defensor del soldado y a un gabinete de psicólogos a disposición, y a una ministra chachi piruli que en vez de munición, les envía caramelos. 



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