QUITARLE AL RICO PARA HACER MÁS POBRE AL POBRE

De nuevo la estrategia del engañabobos, esto es, se lo quitamos a los ricos para hacer más pobres a los pobres. Un giro la mar de original, que a día de hoy no ha funcionado en ningún país del mundo.

Lo que va a pasar, que ya sucedió en otras ocasiones, es que  subirán las comisiones de los bancos de los que a día de hoy ya no es posible desvincularse. A los que tengan hipotecas, los crujirán más todavía y acabarán perdiendo sus casas, y a los pequeños inversores, estos que han ahorrado un poco para intentar jubilarse con cierta dignidad, acabarán perdiendo sus ahorros. De facto, el Estado acaba de perder 400 millones de euros de dinero público en acciones por el desplome de la bolsa, lo que indica que la genial estrategia de espantar inversores está funcionando una vez más.

A este paso, la recién instalada fábrica de cajas de cambio para coches híbridos, acabará trasladándose a Aveiro, y aquí va a invertir La Petróleo. Y respecto a las eléctricas, hecha la ley, hecha la trampa, seguirán subiendo la luz, mareando la perdiz con las compensaciones al gas y a la madre que lo expulsó, y aquí paz y después gloria para los ricos. Los banqueros, las eléctricas, y las grandes multinacionales seguirán siendo inmensamente ricos, y los pobres, más pobres, incluidos quienes aplauden esto con las orejas, instalados en la nostalgia de tiempos pasados que en realidad nunca fueron buenos.

Amenazar con quitar el capital al rico nunca ha funcionado ni funcionará, porque el rico retira su capital y se va a otra parte. Lo que funciona en los países avanzados, es generar políticas inteligentes que convenzan a los ricos para que inviertan, generen puestos de trabajo, y por lo tanto, riqueza, procurando con “mano izquierda” que se respeten los derechos sociales. Pero para eso hay que tener nivel político, capacidad de gestión, capacidad de generar propuestas factibles, etc. y esta chusma asaltasupermercados, adolece de todo ello.

Lo que han hecho es vender más humo y estar más unides, con la esperanza de seguir chupando del bote, que para financiar esas cosas no falta dinero público. De todas formas ya se han asegurado la pensión, la Botín y el de Vigo seguirán siendo inmensamente ricos, las eléctricas también, y nosotros, pobres diablos, tontos de solemnidad, pobres y pobras de cojones y cojonas.