miércoles, 26 de agosto de 2020

PARAISO ANTISISTEMA.

 

PARAISO ANTISISTEMA.

España es el paraíso del antisistema. No hay nada más cómodo que ser antisistema beneficiándote de la parte del sistema que te interesa, y rechazando la que no.

Por ejemplo, puedes permitirte invadir una propiedad privada, no ya de un banco, sino de un propietario del montón, y permanecer como mínimo seis años en su interior. Y luego ya se verá, que queda chicle por estirar. No pagarás un duro de alquiler, ni luz, ni agua, lo cual te permitirá contratar un servicio de alarma para que el propietario no te ocupe la casa mientras, pongamos por caso, te vas de vacaciones a Ibiza. Si el malévolo propietario osara vulnerar tu espacio ocupado, el sistema en contra del cual estás para lo que no te conviene, se encargará de protegerte, metiéndole un puro al propietario por osar recuperar su propiedad. Para eso tienes a los abogados de oficio y a los asesores de Colau, riau riau, aunque no haya toros ni sea Navarra.

Además, tendrás a tu favor a un sector de la clase política al cual hay que estar muy agradecido. Son antisistema como tú pero a otro nivel más guai. Es un nivel al que puedes aspirar en un momento dado, llegando a promocionar hasta obtener una alcaldía e incluso una vicepresidencia. Bendita partidocracia. Esa clase política es partidaria de la ocupación de las casas de los demás, que no de las suyas, porque no son tontos. Por eso toman la precaución de procurarse un sistema de alerta más efectivo, como son las dotaciones de la Guardia Civil. Paradójicamente los rechazan de cara a la galería, pero les proporcionan todos los recursos para que protejan sus casoplones, no sea que los ocupe la extrema derecha. Son unos genios.

También tendrás a tu favor a un sector de la sociedad que se viste de progresismo de pandereta, muy tolerante y comprensivo con tu causa, eso sí, desde la distancia. Para justificar tus acciones, dirán que la mayoría de las casas ocupadas son de los bancos, que los que ocupamos solo queremos emprender y viajar a Ibiza como todo hijo de vecino, y que la libertad consiste en no acatar según qué leyes, esto es, abogar por leyes a la carta. Pero no te fíes de esos apoyos, que la opinión de la gente es muy voluble. Cuando les ocupemos la casita del pueblo que heredaron del fascista de su abuelo, dejarán de apoyarte esos traidores hideputas.

Pero en general puedes sentirte seguro, antisistema. El sistema te protege, castigando a quienes lo respetan. Voy a ocupar la casa del vecino. No tiene alarma y se ha ido a cuidar a su madre enferma a Villa Sequillo del Bodorrio. La alarma la pondré yo, qué cojones, en Antisistema Segur, y como ose entrar en “su mi casa”, se va a cagar. Que yo también tengo derecho a tener segunda vivienda gratis, y él la obligación de contratar a una cuidadora para su madre, influencer y maltratadora a ser posible, por fascista. España es diferente.

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