lunes, 10 de abril de 2017

Las personas en la sombra, las que están en todas partes salvando el culo a los demás pero pasan inadvertidas. 
Las que son llamadas para los entierros y para los dramas de cada hijo de vecino, pero no para las fiestas.
Las que son reconocidas momentáneamente, pero pasan inmediatamente al olvido hasta la siguiente tragedia.Las que solo son recordadas, como Santa Bárbara, cuando truena… cuando sale el sol, ni se las ve ni se las espera.
Más que noble o buena persona, se requiere ser tonto para formar parte de este club selecto, en el que las condecoraciones son como las de la CIA, anónimas, solo que sin estrellas en el muro, tan solo un recuerdo efímero como un estornudo, y a veces ni eso.
Las personas en la sombra. Y no, no me refiero a ninguna profesión, pues si al menos cobraran…

1 comentario:

  1. Siempre he preferido permanecer en la sombra...huir de los reconocimientos mundanos, de los flashes, de los aplausos...ya me cuesta mantener a raya a mi ego como para permitir que los fuegos artificiales lo engorden. Un abrazo, Jose.

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