miércoles, 8 de mayo de 2013


Papá de mayor quiero ser...

Papá, de mayor quiero ser…
Quiero pensar que el peque pensaba que de mayor quería ser piloto, ingeniero aeronáutico, o tal vez mecánico de vuelo… quizá porque a su edad, cuando yo veía un avión pensaba en eso, mas no por mucho pensar y por circunstancias de la vida, pudo ser.

Pero volviendo a lo que podría estar pensando el crio, si es que pensaba en algo, quiero pensar que no pensaba en lo que me temo que piensa más de un crío de los de ahora, influenciados por toda esa mierda mediática que copa las mentes débiles, que generalmente piensan poco y mal.

Desgraciadamente, hay muchos que sueñan con ir a un casting para engancharse a uno de esos programas tipo Fama en versión cutre, en los que “aprenden” a bailar mientras se despellejan a insultos, sacan sus trapos sucios y los de su puta madre, y hacen gala de su nivel de analfabetismo y falta de la educación más elemental. Es lo que pude constatar un día en el que me dio por analizar uno de estos programas, como el que analiza una atmósfera irrespirable durante una investigación. Mi “investigación” apenas duró diez minutos, porque no pude resistir más tiempo aquella dantesca visión en la que un tipo de ademanes exageradamente afeminados pero musculoso como Rambo, y que al parecer era el instructor de baile, les metía caña marcando los pasos al grito de “uno, due, tres, maricón”… Me pregunto dónde habrá quedado eso del grand plié, el relevé, o el temps levé del ballet clásico…

Otros quizá sueñen con ser un Ronaldo de esos que emergen de la nada gracias a su destreza con el balón y se hacen de oro, sin que la pasta les sirva más que para ostentar su riqueza con desmesura, desaprovechando la ocasión de mejorar su nivel cultural y su educación para no hablar en público como los indios y escupir al suelo ante las cámaras.

Algunos seguramente piensan en ser una mega estrella del pop de estos que ahora surgen de you tube sin academia alguna, y viajar en limusinas horteras rodeado de chorvas tetudas moldeadas por la silicona, o megaboys saturados de anabolizantes, locas y locos por desvirgarse a los quince, aunque a los 25 acaben siendo unos tiñalpas consumidos por los excesos y la falta de creatividad o de rentabilidad para sus promotores que consideran que a los 25 ya no se es productivo salvo que se entre en la fase de vender escándalos sexuales y miserias varias.

Miedo me da lo que pueden pensar los pequeños hoy día, pero más miedo me dan sus padres, que en los casos que he descrito anteriormente, actúan de inductores con vistas de sacar tajada del éxito de su monstruito mediático, como sucede en esos gran hermano me la coges con la mano, o con estos padres que apuntan a los niños a un equipo de futbol y los presionan tratando de que el niño salga convertido en un Messi, cuando lo más probable es que el niño acabe messidepresivo y hastiado del esférico y del puñetero futbol.

En fin… creo que pienso más de la cuenta, y que el niño pensaba poco, por no decir nada. A saber, lo mismo estaba deseando que se acabara la dichosa exhibición para que lo pusieran en el suelo a jugar con la arena, o se acordó del avioncito que le tocó en el kínder sorpresa. Lo mismo pensaba que no pensaba, pienso yo…

…Pienso que esto se me acaba de ir de las manos. Carajo… eso me pasa por pensar más de lo conveniente.

 

1 comentario:

  1. Lo que pasa es que vivimos demasiado de prisa, y no disfrutamos del viaje, solo queremos llegar.

    Etapa que te saltas vivencias que pierdes, pero eso lo pienso a punto de cumplir 50 años...

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