CAE LA
TARDE EN PUERTO 3
Cae la tarde y el silencio solo se interrumpe de
vez en cuando por el estrépito de la megafonía de la prisión de alta seguridad…
¡Fulano de tal, tiene llamada telefónica!… ¡Fulano de cual, pase por
lavandería!
Cae la tarde y se aproxima la hora del
recuento... del recuento de terroristas, del recuento de traficantes, del
recuento de violadores y asesinos, del recuento de atracadores, de
estafadores…del recuento, tal vez de algún inocente, a saber.
Cae la tarde y en breve, tras la temprana cena,
se oirá el eco del cerrojazo de las puertas de hierro que aíslan a los presos
de los otros presos, para poco después del telediario, dar la orden de apagar
las luces.
Cae la tarde y caigo en la cuenta de la suerte
que tengo por estar al otro lado de las rejas, con todo el campo por delante
para correr, aunque nunca se sabe por cuanto tiempo, pues como dice la canción,
la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, Ay Dios.
Cae la tarde… cae la tarde en Puerto 3.
Yo he estado en varias ocasiones en la prisión Sevilla 2 por visita de trabajo para realizar unas labores de mantenimiento, tanto en los teatro/auditorios que tienen en cada uno de los módulos, como en la cocina. Y aún sabiendo que cuando acabes el trabajo vuelves a salir, cuando menos me he sentido extraño, bastante extraño, como si una parte de mi se quedase fuera.
ResponderEliminarMe decía un interno, que es como los llaman los funcionarios, que vaya tela lo mal que lo estaba pasando allí dentro y que a pesar que llevaba allí algunos años, aún le quedaban por "pagar" bastantes años de condena. Se le tendría que haber pasado esto por la cabeza el día que apuñaló a un chaval para robarle.
Que suerte tenemos Arroyo que, de momento, podemos elegir...
Un abrazo
Hay demasiado Pedro Navaja por este mundo como cantaba Rubén Blade, que duro tiene que ser la vida en una prisión, no quiero pensar en una de esos países donde la libertad no brilla mucho, un saludo.
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