lunes, 13 de agosto de 2012






Amanece con pereza en tanto arriba una goleta al puerto de Cádiz. Calma chicha, calma en mi alma, instante de sosiego compartido con quien más quiero. Hay cosas que cuestan poco y no tienen precio.

2 comentarios:

  1. Tú lo sabes, JM...y yo lo sé...y cada vez más personas lo saben.
    Lo que verdaderamente nos hace sentir bien de forma duradera no suele tener precio ni puede comprarse.

    No viene mal recordarlo.

    ResponderEliminar
  2. Regreso después de tres semanas fuera de la blogsfera, un saludo, ya me iré poniendo al día...

    ResponderEliminar