Del casoplón en Galapagar al colegio privado, ¡ja! Y qué careto les queda a sus correligionarios. ¿Despabilarán o seguirán anestesiados por la doctrina?
Se entiende la maniobra. Es la misma que hacen todos los que
tienen dinerales, entre ellos, los de la clase política bien posicionada. Por
eso deberían hablar con la boquita prestada, sobre todo los que enarbolan
banderas proletarias.
Los gobiernos de derechas tienden a sobrealimentar la
enseñanza privada porque saben que sus hijos se van a educar por ese camino
que, además, tiene sus propias puertas giratorias. Como son de derechas, no se
andan con complejos en ese sentido. Pueden pagarla, y si además ahorran costes
financiándolas con dinero público, mejor que mejor, más dinero para la saca
doméstica.
Los gobiernos de izquierdas lo tienen más complicado, porque
la ideología les exige lo contrario, aunque en el fondo no les interesa.
¡¡Enseñanza pública forever!! Sí, pero que no sea de mucha calidad, que luego
espabila la clase obrera y no podemos medrar todos.
¿Qué hacen, pues? Meter unas carguitas de profundidad para
debilitar la calidad de la enseñanza, bajando el listón del rendimiento del
alumnado o expulsando del repertorio a la filosofía y las humanidades para
reemplazarlas por otras que, más que formar, ideologizan por no decir
idiotizan. Además, intentar obstaculizar la enseñanza concertada, porque es
mejor que el Estado tenga el control absoluto de los parias en materia de
educación. El último invento se llama LOMLOE y el resultado les viene de
perlas: analfabetos titulados, fácilmente manipulables. Tanto es así que la
LOMLOE debería llamarse ATIFAMA, que suena igual de bien, pero es más
precisa. Ellos meten su cuñita, y lo de la no financiación de la enseñanza
pública se lo sacuden a las derechas.
Así que el de Galapagar lo tiene claro: los nenes a la
privada, mil quinientos al mes, aunque, a ver qué hacemos con la hemeroteca de
cara a nuestros votantes. ¿Recurrirán de nuevo a consultar a sus militantes, en
plan: "casoplón sí, o nos vamos"? Dudo que se atrevan, pero me
apuesto un cojón a que volverían a salirse con la suya si recurrieran a la
votación asamblearia. La ATIFAMA (analfabetos titulados fácilmente
manipulables) hace milagros en estos casos, y el surtido de imbéciles es
nutrido, tanto para las izquierdas como para las derechas, que en estos asuntos
van de la mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario