lunes, 26 de agosto de 2024

EL SANTORINI DE CÁDIZ

Los Caños de Meca,   el Santorini de Cádiz... Eso vocean los medios de comunicación, vendiendo las maravillas venidas a menos del lugar debido a la proliferación de las hordas turísticas. Como no está suficientemente masificado el sitio, nótese la ironía, al menos tanto como Santorini, echan más leña al fuego para acabar de arrasar el lugar.  Además, lo venden como el paraíso jipi. Es como si un paisano de Tromsø, más allá de la latitud 69,  se identificase como flamenco por el mero hecho de comprarse un disfraz de cordobés fabricado en Sri-Lanka. Pues lo mismo, pero con la ropa jipi en su variante pija, para ir a juego con esa nueva modalidad de hacer camping, en la que ofrecen  las comodidades de la vida urbanita en el interior de una réplica naif de una tienda de campaña,  a precios por noche que no podría pagar un jipi de caravana sin papeles en toda su psicodélica vida.
De lo que no hablan los medios de comunicación, es de cómo han esquilmado los recursos hídricos de la zona de Zahora y Caños de Meca. Lo pusieron de moda los de la farándula, en plan esto es el paraíso, os invito a mi casa guai con balinesa y piscina de agua de pozo  frente al Gibraltar Strait, lugar mágico que te rilas sobre todo cuando le pegamos a la maría a la hora del sunset y más allá de la madrugá.  Fluir, lo llaman los hideputas.
Tampoco hablan de que los réditos del turismo masivo se lo llevan  los cuatro de siempre,  los que tienen los contactos políticos adecuados necesarios para que les otorguen los permisos para montar el fructífero negocio, y que los camareros,  los encargados del mantenimiento, los camaristas y demás tropa de base, siguen cobrando una miseria echando más horas que el reloj de la Catedral de Salisbury y durmiendo hacinados donde pueden, porque los alquileres en la zona son prohibitivos.
No refieren el impacto medioambiental que está generando la expansión urbanística, ni de cómo las mafias del narcotráfico aprovechan para instalarse en la zona comprando casas y negocios para blanquear dinero mientras la coca fluye con más caudal que el agua por el Santorini de Cádiz.
El paraíso que fue otrora y que tuve la suerte de conocer relativamente virgen, cuando la carretera de la Breña era una pista forestal, ha sido convertido en un estercolero incluso desde el punto de vista de la calidad humana,  cualquiera que haya conocido aquello antes de que mancillaran su virginidad lo sabe. Preguntad a los lugareños con cierta edad, la mayoría ya desterrados de la Santorini de Cádiz, como si el paraje no tuviera identidad propia y necesitara pedir prestado el título a la isla griega de los cojones.


lunes, 19 de agosto de 2024

SOIS BIENVENIDOS.

 Es una expresión muy recurrida entre los paisanos orgullosos de su localidad, deseosos de compartir sus maravillas con los foráneos para fardar de las mismas. El clásico “no todo el mundo puede ser de Topillos del Condado” localidad ficticia para no herir sensibilidades. Así que me voy a poner en esa tesitura, en el supuesto de una localidad que se ha puesto de moda (viral lo llaman ahora) donde ya no cabe ni un alfiler pero que, aun así, sigue habiendo quien insiste con lo de todos sois bienvenidos.

Sois bienvenidos. Disfrutad de nuestras calles saturadas de gente y de sus aromas a humanidad, esa mezcla de perfumes baratos, sudor agrio y cremas solares.
Disfrutad participando en actividades lúdicas como plantar la sombrilla a pie de orilla, o la conquista de la tumbona.
Gozad haciendo cola de vuelta a la manzana, para degustar el montadito deconstruido de moco de pavo con garbanzos sopleteados, a 60€ la unidad, especialidad del gastrobar “El Orzuelo”.
Vivid una “healthcare experience” esperando turno en unas urgencias desbordadas por el incremento de población, para ser tratado de la salmonelosis derivada de la mayonesa deconstruida del montadito.
Todos sois bienvenidos, aunque nos corten el agua porque la fuente no da a bastos. Además, nos encanta el jaleo hasta las tantas de la madrugada, tomando el relevo del sarao acústico el camión de la basura, que no da para retirar la mierda acumulada en una localidad que ha quintuplicado su población en un plis plas. Que tengamos que madrugar para ir a currar, no debe preocuparos, que la diversión tiene prioridad, y no el derecho absurdo al descanso, panda de vagos.
Y ese bullicio delicioso en la plaza de abastos, lleno de guiris haciendo fotos a los marrajos y a los chuletones de retinto, pero de comprar, no compran un carajo de mar (Holoturia para los malpensados), porque tienen bufet libre en el “Pussy of the Seas”
Todos sois bienvenidos, que para eso transforman los baretos donde ponían café con churros para los currantes, en alojamientos turísticos para la chusma que no puede costearse un experience hotel resort de cinco estrellas y una guinda de oro, porque de hoteles término medio, ni se les ve, ni se les espera.
Y haced reservas hasta para ir a un urinario, incluso para hacer cola para comprar churros deconstruidos a 20€ el cartucho de cuatro churros, que sin reserva no hay nada que rascar. Además, hacer reservas crea la ilusión de ser importante aunque las haga un mamarracho, pues otrora, las reservas eran cosa de gente adinerada. Cusha Yenife, ya ha esho la resesva en er Mojino Escosio… Y tan felices.
Y pedid un taxi o un bus disfrutando de una street experience aspirando monóxido de carbono a pie de calle, viendo como pasan de largo uno, y otro y otro, hasta acabar con la paciencia del santo Job.
Todos sois bienvenidos que, si no cabemos, ya si eso los locales nos vamos yendo a vivir a lugares más chungos, para que vosotros os podáis sentir como en vuestra casa, que en nada ya no será nuestra porque, como en la puta serie, aquí ya no hay quien viva.