NO ES PAÍS PARA TONTOS.
Con esto del cambio climático, el
ecologismo compulsivo y la problemática de las crisis humanitarias, a una serie
de ricachones que no asimilan su responsabilidad en esos problemas, les ha dado
por limpiar sus conciencias, erigiéndose en adalides de la causa. Por ejemplo Richard
Gere.
Casado con una tal Alejandra
Silva, a Gere le dio por el Tíbet, que prefiere, quede anclada en la Edad Media.
Y ahora, de la mano de su flamante esposa, le ha dado por las crisis humanitarias,
subiendo recientemente a bordo de Open Arms, para ponernos verdes a los
españoles por insolidarios. Debe ser que él, con una fortuna que supera los 700
millones de dólares, y su mujer, hija de un constructor, ex esposa de un magnate
de la minería, y directora de una empresa de aviación privada, no deben tener
ninguna responsabilidad en los desequilibrios sociales y ambientales del
planeta.
Pero me voy a centrar en unos
paisanos de una conocida familia, de estas que se las dan de progresistas
filocomunistas, a pesar de que están montados en el dólar americano y guardan
el money en paraísos fiscales. Los Bardem. Me voy a referir al de “No es país
para viejos” y a su hermanito. De la mano de Greenpeace, una organización que
no es sospechosa, qué va, de prestare a determinados intereses económicos, se
han centrado en salvar la Antártida, cual Jaques Custeau, con gorrito de lana
incluido.
Esto es, llega el representante,
el manager o como cojones se llame el que busca curro a los de la beautiful people
y le dice a los Bardem; oyes, que he
hablado con los de Greenpeace y os quieren para dar proyección mediática a su
campaña o sea, en la Antártida, aunque tengáis de científicos lo que Torrente
de educado.
Os van a llevar a ver pingüinos,
a montar en submarino y a navegar entre icebergs, para que le contéis al mundo
que deben dejar de destruir el planeta, y que sólo unos cuantos privilegiados
como vosotros, pueden pasearse con barcos y submarinos por esos santuarios. Que
vosotros y los de Greenpeace podéis porque meáis agua bendita. Y encima os
pagan, cojones.
Da igual que vuestro estilo de
vida, entre mansiones, vuelos en avión privado, yates y desperdicios derivados,
afecte como lo que más, a este puto planeta azul. Da igual que veraneéis en Vila
Vita Parc de Armaçao de Pera, con playa privada y campos de golf que dejan sin
resuello hídrico a los acuíferos de la zona. Este no es país para viejos, ni
para tontos, este es país para listillos como vosotros. Os dais unos golpes de
pecho por la ecología a gastos pagados, purgáis vuestros pecados sin
confesarlos, y quedáis como Dios ante los imbéciles. Así que firmad el contrato,
que os he buscado un dos por uno, por eso de enchufar a Carlitos, y si Ernest
Shackleton se revuelve en su tumba, que se joda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario