La izquierda haciendo amigos en Madrid. Es lo más sensato que se les ocurre para recuperar votos, insultar a los votantes. Lo de hacer autocrítica y aceptar la derrota con profesionalidad no va con ellos. Lo más sensato para esta peña es ningunear a la mayoría que se los ha cepillado en las urnas con una participación abrumadora. Tacharlos de ignorantes, de borrachos, de fascistas, e incluso de nazis, que ya hay que ser mezquino para hablar de nazismo con tanta ligereza. Vallecas ya no es lo que era para esta “élite intelectual” han pasado de ser el pueblo, a ser unos indignos apestados. Ahora se entiende lo de Galapagar. Qué mal perder, qué poca gallardía y qué cortedad de miras.
Los enemigos de la izquierda son ellos mismos. Se la han cargado
con sus malas artes, con su incompetencia y con su mala leche reconcentrada,
que converge con la mala leche reconcentrada de la extrema derecha. Se han
convertido en el Red Bull de la derecha, dándoles alas.
Decir que se jodan por perder las elecciones es una
gilipollez. Se han asegurado el sustento para los restos y van a vivir como
curas a costa nuestra a pesar de los destrozos que están provocando en todos
los órdenes. Lo más grotesco del asunto, es que están convencidos de que tienen
la autoridad moral e intelectual, de que están en posesión de la verdad
absoluta, y dan a entender que quienes no están con ellos, están contra ellos. Se
lo han puesto a huevo a la derecha.
Quien se jode es la ciudadanía, y dentro de ella, muchos
votantes de izquierdas desencantados desde hace demasiado tiempo, que dejaron
de votar cuánto menos. Los han dejado sin alternativa. Nos han dejado sin
alternativa. Se han cargado los ideales a conciencia y van a conseguir que
consideremos un privilegio que nos tachen de fascistas.
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