KIT ANTI NEVADA.
No seré yo el que dé la cara por
el gobierno del PP compuesto por una estirpe de incompetentes, al mismo nivel
que otros gobiernos del pasado, pues con la clase política que tenemos, ya se
sabe. Pero a colación del kit de marras, que ha sido objeto del cachondeo
general, incluidos los medios de comunicación, tengo algo que decir.
En primer lugar, que ese choteo
generalizado no hace más que recalcar el grado de ignorancia del personal,
sobre todo de los medios de comunicación que plantean jocosamente dónde se meten
las paletas.
Para mí no es una novedad ese
kit, lo he llevado de siempre, adaptado a mis necesidades, sobre todo por
razones de trabajo cuando tenía que tirar de 4x4, pero como no me ha ocupado
tanto espacio como afirman estos indocumentados, lo sigo llevando en mi coche
convencional adaptándolo a las circunstancias, porque es obvio que llevar
cadenas en verano camino de Sevilla, es una gilipollez. Y empiezo a desglosar
lo más llamativo.
La pala… llevo una, pero no es
una pala de obra como la que muestran los gilipollas de los medios, es una pala
plegable tipo zapapico, de las que llevan los soldados de infantería en su
mochila, que apenas ocupa 20 centímetros cuadrados. ¿Una estupidez? Que se lo
pegunten a más de un listillo a quienes he echado una mano, no ya en la nieve,
sino por quedarse atascado en un camino de tierra a pie de playa en pleno
verano. El único inconveniente es ese, que el que tiene la pala, cava.
La linterna… llevo dos, pero no
es una linterna de cuatro pilas de petaca, son dos pequeñas linternas que caben
en un puño cerrado pero que dan una luz del carajo.
Botiquín… llevo uno, y lo he
tenido que utilizar en más de una ocasión, pero no se trata de un maletín
medicalizado de los que lleva el SAMUR, evidentemente. Ocupa bien poco para lo
útil que puede ser en el instante menos esperado.
Un silbato… llevo uno, qué
casualidad. Ocupa lo que ocupa un silbato, nada ¿Su utilidad? No será la
primera vez que alguien se sale de la carretera y acaba en un barranco fuera de
la vista de los conductores, y por estar atrapado, no puede llamar la atención
de ninguna de las formas. De hecho conozco un caso de un motorista que cayó a
un campo de trigo y no fue encontrado hasta una semana después… muerto.
Manta… llevo un poncho liner militar,
que plegado cabe en uno de los bolsillos del asiento trasero de cualquier
coche, junto a los chalecos reglamentarios. Si alguien se cuestiona la utilidad
de una manta en la carretera en un momento dado, es que le falta un hervor.
Gorro y guantes… tres cuartos de
lo mismo. ¿Qué ocupa eso? Cuántas veces dice alguno, uy, si tuviera un gorrito.
El mío va en el salpicadero.
Traje de agua… Evidentemente en
agosto no lo llevo, pero en invierno he perdido la cuenta de las veces que me
ha sacado de un apuro. ¿Qué ocupa plegado? Apenas nada.
Las cadenas… Lo dicho, si voy a
Sevilla en verano, dudo que las meta, pero incluso cuando no nieva pueden
resultar útiles.
Cable de carga para baterías…
anda que no.
Caja de herramientas… pues
algunas básicas no están de más, no hace falta llevar el soporte que llevan los
del París Dakar.
Lo de llevar barritas energéticas,
frutos secos y el agua, pues si vas a realizar un viaje largo, por qué no
¿Cuánto ocupa eso?
No se menciona un extintor, pero
yo llevo uno, y una navaja multiusos, y algunas barras de luz química en la
guantera… ¿Cuánto me ocupa todo eso? Lo suficientemente poco, debidamente
distribuido, como para que quepan todas las maletas que se pueden llevar dentro
de un coche de tipo medio, dentro de lo razonable. Así que no entiendo tanta
jocosidad y me preocupa tanto ignorante suelto, de los que para salir a hacer
footing, no dudan en colocarse toda suerte de aparatejos como si fuesen a la
luna.
De ese listado, lo único que me
parece un poco excesivo es llevar una emisora de radio, en primer lugar porque
para operar con ella es necesario tener la licencia correspondiente, pues lo
que faltaba ya, es que el gilipollas de turno, se pusiese a pisar los canales
de emergencia en plena crisis para decir, sáquenme de aquí que estoy en el
Angliru en pijama de rayas, cuatro por cuatro dieciséis, cambio.
En fin, que el que la lleva la
entiende, que yo conozco a uno que llevando un 4x4, lo atascó en la playa,
subió la marea y se quedó sin coche, todo porque no tenía un abrelatas y salió
a buscar uno. Pero esa historia la contaré otro día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario