CARTA A MIS AMIGAS DE FACEBÚ.
Queridas amigas:
No estoy muy seguro de cómo
abordar un tema que se me antoja delicado, teniendo en cuenta el grado de
stress al que está sometida la sociedad debido a la pérdida de valores elementales,
del sentido común y del sosiego; la sociedad ha perdido el norte. Pero lo voy a
intentar.
Para empezar, y para que conste
en acta, no soy persona que se dedique a piropear a las mujeres cuando pasan
por mi lado, porque, para mí, el hecho de que sean unas perfectas desconocidas
es suficiente como para establecer una distancia; confianzas las justas. Es
más, cuando me presentan a una mujer, tiendo a dar la mano igual que hago con
los hombres, aunque casi siempre ellas optan por acercarme la mejilla, de
manera que les otorgo el derecho al ósculo por no ser descortés. Me gusta
reservar los besos para la gente que quiero.
En cambio, admito sin reservas
que a vosotras, queridas amigas del facebú, os dedico a menudo bonitas palabras
alagando vuestra belleza, ya sea interior o exterior. No en vano, muchas de
vosotras subís a vuestro muro bonitas fotos de vuestras bonitas personas, sin
duda con el legítimo objetivo de ser admiradas, algo que corroboran vuestras
respuestas cuando alguien, con independencia del género, os dice lo guapa que
estáis. Hablando en plata, os encanta que os piropeen, entiéndase, siempre en
un entorno en el que se ha establecido un vínculo de confianza, con lo que me
reafirmo en lo que he dicho al principio, que la confianza hay que ganársela y
que, desde mi perspectiva, no vale entrar en el muro de una desconocida y
dedicarle sin más, aunque sea el más delicado de los piropos.
De todas formas creo que habría
que repasar el significado de esta palabra tan bonita en sí misma… piropo.
Piropo: 1 palabra o expresión de
admiración, halago o elogio que se dirige a una persona.
2 Variedad de granate, de color
rojo fuego, muy apreciada como piedra preciosa.
Leído así, no parece que sea algo
terrible, me preocupa más la palabra insulto. Sin embargo me encuentro con una
noticia que me inquieta, y es que, determinado partido político, muy dado a
pescar en aguas revueltas, propone multar por piropear, sin embargo no objeta
nada en cuanto a lo de insultar se refiere.
Así pues, y volviendo a mi
relación cordial con vosotras, queridas amigas del facebú, me veo en la
encrucijada de seguir con la misma dinámica de continuar piropeándoos por lo
que hacéis, por cómo sois y por lo guapas que estáis, o cortarme un poco o un
mucho, no sea que la nueva inquisición me señale y acabe siendo denunciado por
alguien despechado, que no necesariamente tiene que ser mujer, porque a mis
amigos del alma también les resalto lo guapetones que están, incluso cuando son
feos de cojones.
Pero sabéis qué, nunca me he
caracterizado por recular ante nadie, nunca me he sometido a la fuerza de
nadie, y esta vez no va a ser diferente. Yo seguiré alagándoos, elogiándoos,
admirándoos, piropeándoos, aún a riesgo de que las hordas me lleven a la
hoguera. De otro modo, ¿Qué sentido tendría que subieseis esas fotos coquetas,
esos selfies como se dice ahora, en los que mostráis lo bien que os sienta tal
o cual abalorio, o simplemente, el sol en la cara? Sois todas guapísimas, que
me lleve el diablo… y vosotros, guapetones, y vosotros, aunque seáis más feos
que pegarle a un padre.
PD: Valoraría más que multaran a
quien me insulte, que a quien me alague dentro del decoro y el respeto, pues
incluso el piropo se rige por unas normas, otra cosa sería babear y acosar.
Nunca me he sentido ofendido, ni cuando me ha piropeado una mujer, ni cuando me
ha piropeado un hombre, que también. Sin ir más lejos, lo hizo uno hace poco
cuando me compré un traje de chaqueta… que buena percha tienes, me dijo. Me
ruboricé, pero no me sentí ofendido, todo lo contrario. Joder con la posdata.
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