lunes, 30 de abril de 2012

DANDO MORCILLA

La vida es muy perra y a veces viene uno más pequeñito que tú y te da morcilla. Se ve en tus ojos que te resignas, esa mirada clásica del que está pensando, lo mato o paso de él. Menos mal que quiere pero no puede, menos mal que no alcanza al templo sagrado, a la parte intocable de un perro macho como tú, que si no…
Hay que joderse galgo, jodida perra vida la que llevas. Pero no te quejes, que lo tuyo no llega a más, si acaso es una travesura de ese otro perro salido que trata de mancillar tu cerete sin preguntarse si eres galgo o podenco, ni si quiera si eres gay, mientras miras resignado hacia el sol .
Peor lo tendrías si fueras humano y que fueras español de a pie, porque a nosotros sí que nos dan por culo, cada vez más, mientras enanos de vergüenza y moral nos alcanzan en el bolsillo, en el trabajo y en la fe… esos sí que dan por culo amigo galgo, no el que se ha encaramado tras tus cuartos traseros en un quiero y no puedo.
La vida es muy perra… ya lo creo galgo.

domingo, 29 de abril de 2012

EL PRECIO DEL PAPEL ( El reciclaje )

Uno hace verdaderos esfuerzos por colaborar en el reciclado del papel y todas sus variedades, pero sinceramente no resulta nada sencillo, porque hay una serie de listos que se empeñan que consumir papel, pero trasladando a otros la responsabilidad del recicle. He aquí unos cuantos ejemplos.

Apenas abres el buzón, te encuentras con una amalgama de propaganda metida con calzador, diría incluso que con mala leche, por esos que se buscan la vida de esa manera. Podría ser muy lícita de no ser porque están copando la capacidad de mi buzón con información que no me interesa, y lo que es peor, con papeles que luego me toca “reciclar”.

Otra cosa que tiene guasa es el tema de los bancos. La información que espero de ellos es que detallen los movimientos en mi calamitosa cuenta, que se pueden resumir en un puto papelito… Pero no, los colegas me tienen que mandar a diario tochos “personalizados” dirigidos al Sr. Arroyo, tratando de convencerme para que invierta en fondos de inversión, para que compre una vajilla modelo Sisí Imperial, o para que asegure la escobilla del WC con opción a participar en el sorteo de un Mercedes clase C, que por otra parte si me toca, más que un favor me hacen una putada, porque a ver cómo cojones pago después el seguro del coche y las revisiones en la puta de Mercedes con la mierda de cuenta que tengo. El caso es que ya te topas con otro montón de papeles que no sirven ni para limpiarte la recámara.

Después vas al Prycapollas, al Mercaperdona o al Covatedan para hacer la compra de un mes (que luego sólo dura una semana) y te traes toda suerte de papeles y derivados en forma de packs… packs de yogurts, packs de latas de conservas, packs de compresas con alas y servodirección, packs de packs… y cuando te das cuenta tienes otra tonelada de papel cartón que te cagas a cuenta de los putos packs.
Los fascículos, ni te cuento. El otro día compré una réplica de un avión a escala que tenía 14 centímetros de envergadura, y un fuselaje de 11 cm, una mierda de pequeño, con lo grandes que se ven en la publicidad. Pues bien, el cartón en el que venía presentado, rondaba el A3, con dos cojones.

Si vas a realizar cualquier trámite burocrático, ya te cagas del todo. Te cagas en el Estado y te cagas en la panda de caraduras que manejan el cotarro. A pesar de que se supone que todo está informatizado, no te libras de rellenar modelos de solicitud de todos los colores y por triplicado, para que se enteren de que eres fulano de tal y tal y tienes un DNI tal y tal, con todo lo que ha llovido desde la primera vez que te registraron en la base de datos.
Así que más papeles, que ahora te proporcionan encarpetados en cartulinas satinadas con el logotipo del Ministerio de turno, y propaganda estatal tipo “mira que bien trabajamos por ti los miembros y miembras de este Ministerio”, trabajo fino de imprenta que pagamos todos de nuestro bolsillo.

El caso es que acabamos teniendo en casa una sucursal de las plantas de reciclaje porque a los bancos, a los comerciantes, a las editoriales o a las administraciones públicas no les da por ser un poquito más comedidos con el uso del papel, pasándonos encima la pelota de la responsabilidad del reciclaje.

Entre tanto las papeleras echando humo… y que no falte. Y que no falte dirán los que trabajan en la fábrica de celulosa, y los que reparten propaganda, y los del banco Santantán, y el que empaca los packs o los avioncitos, y los chupatintas del estado políticamente correcto. Y al otro lado los ecologistas, y los del medioambiente, y el Seprona metiendo caña.

Y yo en medio, con los cojones hinchados, en mitad del fuego cruzado de todos esos cabrones, apechugando con la responsabilidad responsable del buen ciudadano teniendo la casa llena de papeles y cartones, y además, de bolsas de plástico, pilas de mercurio, vídrios, aceites usados… vamos, lo que se dice viviendo en la delgada línea del Síndrome de Diógenes.
Yo reciclo, pero no me ahoguen entre tantos papeles y entre tanta mierda, y sobre todo que no me toquen los cojones…

(LA FOTO: FÁBRICA DE CELULOSA EN SAN JUAN DEL PUERTO - HUELVA.
COMPADEZCO A AQUELLOS QUE TIENEN QUE RESPIRAR ESOS HUMOS.




sábado, 28 de abril de 2012


AUTOBÚS A NINGUNA PARTE

A veces tengo esa impresión, la de ir en un autobús que va a ninguna parte, pero que para en todos lados.
Unos suben y otros bajan, mientras sigo el trayecto hacia ninguna parte.
Durante el viaje conozco a gente, unos buenos, otros malos… algunos aun siguen viajando conmigo hasta la parada incierta, otros se apearon ya en alguna parte de, quizá, ninguna parte.

Unos bajaron agotados tras un largo viaje, otros lo hicieron precipitadamente, forzados por alguna trágica situación… Algunos bajaron por que quisieron, sembrando el desconcierto entre los que dejaron atrás, por su acto suicida.
Cambian los paisajes según avanzo hacia ninguna parte.

Algunos son hermosos y me gustaría apearme y permanecer en ellos eternamente, dando por concluido el viaje. Otros son lúgubres y espantosos, y me aferro al asiento deseando que mi viaje no acabe, al menos en ese lugar. Aunque quizá sólo sea mi percepción humana, tan limitada y ridícula, y al final resulte que no haya nada bueno ni nada malo, tan sólo nada, en ninguna parte.

Me pregunto hacia dónde va este autobús, si va hacia el cielo o si va hacia el infierno, o si simplemente va hacia ninguna parte. Dicen que el destino del autobús lo determina la fe, mas, como dijo alguien, sólo sé que no sé nada y que mi percepción, marcada por el escepticismo generado por los desengaños, me dice que voy hacia ninguna parte, donde no hay nada, tan sólo el vacío infinito.

Algún día supongo que el autobús parará, en el indicador de parada figurará una estación con mi nombre y entonces tendré que apearme. No sé si tendré que hacerlo forzosamente, de manera súbita, o si lo haré con la sensación de tener la satisfacción de la misión cumplida en este viaje, complicado algunas veces y gratificante en otras.

Pero el caso es que cuando descienda, imagino que podré mirar hacia detrás por unos instantes para ver el autobús de mi vida, ya desvencijado y con todas las cicatrices marcadas en su chapa, conteniendo mis recuerdos, los buenos y los malos, que prevalecerán sólo durante el tiempo que me recuerden las personas que dejo atrás.

Por eso, a pesar de mis defectos, trato de ser bueno en lo posible, no por ganarme el cielo, o por temor al infierno, pues en ninguna parte se supone que no hay nada. Lo hago por mi propia conciencia, que viaja más cómoda en ese asiento numerado con la conciencia tranquila, y lo hago por los seres a los que quiero, para que lo poco que quede de mí, viva en ellos mientras dure su viaje.

A partir de ahí, tal vez me disuelva en la nada, en ese destino al que me llevó el autobús hacia ninguna parte… O tal vez no…
En ese caso espero que me juzguen por mis actos y por mi franqueza, no por mi poca fe. Entonces cogeré de nuevo el autobús que me corresponda… hacia el cielo, hacia el infierno o hacia la dimensión que proceda…
Mas, lo mismo resulta que es otro autobús hacia ninguna parte.



LA IMAGEN ESTÁ COMPUESTA POR DOS FOTOGRAFÍAS, AMBAS MÍAS, DEBIDAMENTE TRASTEADAS CON PS... EN OCASIONES SE ME VA LA PINZA QUE ME SOSTIENE AL TENDEDERO DE LA PUTA VIDA.

jueves, 26 de abril de 2012

LUNA LLENA (La noche que me cautivó)

“Luna llena, invisibles son los hilos que manejas… Luna llena, siempre envuelta en un halo de lunática tristeza…”



Siempre me ha fascinado la luna, sobre todo a partir de aquel día, el de mi primera salida al monte en solitario, cuando contaba con unos diecisiete años. Recuerdo la primera noche, noche cerrada en las primeras horas. Me introduje en mi pequeña tienda de campaña, algo sugestionado por eso de que estaba completamente sólo en las inmediaciones de un pequeño y oscuro bosque, al pie de la falda de la Sierra del Pinar (Grazalema).

Dormía en el saco junto a mi enorme cuchillo de monte, a mano por lo que pudiera acontecer, cuando una potente luz que atravesaba la tela de la tienda me despertó. Acojonado pensé, ahí fuera hay un cabrón merodeando con una linterna y lo mismo quiere joderme la existencia, así que agarré el cuchillo y empecé a abrir con cautela, primero la cremallera del saco y después la de la tienda, con cierto cánguele pero lo suficientemente templado como para vender caro mi pellejo.

Mas, cuando por fin asomé la cabeza, quedé fascinado por mi visión. Era una luna llena plateada e inmensa que emergía tras el macizo rocoso del Pinar. El macizo parecía estar nevado debido a los reflejos de la luna, y el oscuro bosque se aclaró aflorando largas sombras, oculta entre las cuales una lechuza emitía su característico “huhù”
Me fascinó tanto aquello que perdí el sueño y el miedo a lo desconocido, y me interné por aquel paraje acompañado por la taciturna luz lunar y por supuesto, provisto de mi enorme cuchillo de monte, no fuera que además de la luna, hubiera algún lunático suelto.

Con el paso del tiempo y la experiencia caí en la cuenta de que podía caminar solo por el monte sin miedo alguno, porque a fin de cuentas el lunático suelto era yo, manejado por los hilos invisibles de aquella fascinante luna llena.

miércoles, 25 de abril de 2012

C O M U N I C A C I Ó N

La cosa tiene wasap… o como dicen algunos “guasa”… “Mándame un guasa ise er tío”.

El caso es que esto de la comunicación se está volviendo muy extraño. Resulta que tienes a tu lado a un tipo que no habla contigo porque está enfrascado con su móvil de última generación comunicándose mediante wasap con otro que está en otro lado. Después, cuando tiene al lado al tipo que estaba al otro lado y con el que intercambiaba wasap, deja de comunicarse con él para comunicarse mediante el wasap con otro que está en otro lugar.

Eso pasa mucho en las reuniones de hoy… Unos cuantos se reúnen para comer y en vez de charlar entre ellos, sacan sus pollaphones y se dedican a wasapear con otros que a su vez tienen personas al lado a quienes no hacen ni puto caso cuando podían estar conversando con ellos de viva voz.

Es como si para estas personas, comunicarse con otros fuera una mera excusa para utilizar la tecnología que les meten con calzador estos de la telefonía móvil, convirtiéndose en un acto socialmente aceptado como el tabaco o el alcohol…por adicción pura y por tontería. La cosa está llegando al extremo de que la gente calibra el número de amigos que tiene en base a los wasap que recibe y al número de personas con los que conecta o entran dentro del radio de acción de su dispositivo wasador… qué cosas.

Lo más grande es que cuando te preguntan si tienes wasap y contestas que no, te miran como si fueras imbécil, como si el hecho de no disponer de un galaxyphone fuera motivo para dar pena, cuando lo que da pena es ser dependiente de los productos que ponen en circulación las multinacionales para abducir a los pobres de espíritu.

La tecnología, como las aspirinas, es beneficiosa en su justa medida, y el abuso conlleva riesgos. A ver si va a resultar que con tanto wasap, tanto mensaje instantáneo y tanta actualización de la información, vamos a acabar con una vida vacía, sin fundamento y dependiente de una batería de doce voltios… sería de wasap.

Dónde quedaron las largas conversaciones con los amigos, bajo un cielo estrellado y al pie de una fogata en las frías noches de invierno… carajo.




EL PERRO DE SAN ROQUE

El perro de San Roque no tiene rabo, porque Ramón Ramírez se lo ha robado…

Este tenía el rabo porque era lo suficientemente listo como para no dejárselo robar, mas no sé si era de San Roque o estaba de paso. Lo vi merodeando por las vías de una terminal de mercancías, cerca de esa población. Me vio y se mantuvo a una distancia prudencial mientras me analizaba con su mirada astuta de perro hecho así mismo.

Lo miré por el rabillo del ojo fingiendo ir a lo mío, y al sentirse ignorado, el animal dejó de considerarme una amenaza y comenzó a aproximarse como el que no quiere la cosa, supongo que para tantearme y comprobar hasta qué punto podría obtener de mí una pequeña muestra de afecto, algo tan humano por otra parte… o no.

Seguí a lo mío, tan confiado como el perro, tratando de encuadrar a una locomotora de la serie 310, esas que los expertos en el tema denominan guardacostas. En estas, el animal se sentó junto a mí y fue entonces cuando le miré directamente mientras le decía con tono suave… que tal amigo… a lo que me correspondió con su cálida mirada y meneando el rabo como si me hubiera comprendido, que yo creo que sí.
Nunca me han dado miedo los perros, ni los más fieros por amenazadores que se muestren. Suelo llevarme bien con todos, sobre todo con los callejeros, o como en este caso, con los viajeros de entre vías.

Bien merecía una foto el amigo, solo por tener un recuerdo de un ser afable que, de haber tenido más tiempo y en otras circunstancias, seguro que habría sido uno de mis mejores amigos, de estos que no te dejan en la estacada a las primeras de cambio.
Pero finalmente, él prosiguió su camino siguiendo las vías del tren, y yo retomé la vía de mi vida, porque así son las cosas.

lunes, 23 de abril de 2012

LA RANA DE BRISSAC

La vi en una especie de estanque circular en los terrenos del castillo de Brissac, junto con otras ranas perfectamente mimetizadas en el entorno. Cuando me aproximé, todas saltaron cagando leches excepto esta, de manera que con cautela, me agaché y con la máxima distancia focal que me permitía el objetivo, me dispuse a atizarle un fogonazo.

Estaba ajustando la exposición para que la fuerte luz cenital no me quemara la foto, cuando escuché a alguien que me decía en perfecto español… “¡¡oiga señor!!”
Aparté el ojo del visor para ver quién era, pero para sorpresa mía, no había nadie salvo mi querida esposa, que estaba a unos cincuenta metros de mi posición. Además ella no podía ser porque la voz que escuché era masculina, aunque un tanto afeminada.
Pensé que debieron ser figuraciones mías, así que de nuevo apunté a la rana, que seguía allí, y una vez más, cuando me disponía a disparar, volví a escuchar la voz. “¡¡Oiga señor!! Usted, el de la máquina¡¡¡”

No daba crédito, era la puñetera rana la que me hablaba. Pensé que debía ser una mala pasada, tal vez de la cerveza que me tomé hacía un rato, o quizá los efectos del solazo que caldeaba mi sesera, pero el caso es que la escuchaba perfectamente.
La conversación siguió así:

Yo- ¿Qué te pasa rana?

Rana- ¡¡Soy un príncipe azul !!

Yo- ¡¡No jodas!!

Rana- Me oui, Je suis un prince bleu.

Yo- ¿Y si eres un príncipe, se puede saber que haces en la charca vestido de Navy Seal?

Rana- Es que un día, del pavo que tengo,  se me cayeron los cojones en la charca y me convertí en rana.

Yo- No me extraña picha… Y dime ¿Qué puedo hacer por ti?

Rana- Para deshacer el hechizo me tiene que besar alguien.

Yo- Mira rana, mariconadas las precisas, a ver si te arreo una pedrada.

Rana- ¡No! No se altere señor, debe besarme una hermosa mujer.

Yo- Ya… entonces está claro que no puedo ayudarte.

Rana- Sí podría si convenciera a aquella hermosa mujer que camina sur le pont del château.

Yo- Te la estás buscando rana… Aquella hermosa fille es mi amada esposa, no le gustan los bichos, y lo más que puedes recibir de ella es otra pedrada.

Rana- Mon dieu...Je suis désolé.

Yo- Lo siento rana, no te pongas désolé, que bastante solé nos está dando en la calva, y los dos sin gorra. Lo más que puedo hacer por ti es sacarte una foto y colgarla en internet. Hoy día hay gente pa tó y lo mismo se acerca una fille y se lo monta contigo en la charca.

Rana- Qui est internet?

Yo- A ver cómo te lo explico… Internet es una especie de espejo mágico creado por una serie de gurús de la modernidad que nos tienen cogidos por los huevos,  que a cambio de concedernos algunas cosas, nos hacen dependientes de otras muchas. En definitiva, une merde… pero a veces funciona.

La rana pareció quedarse un poco más tranquila con mi pequeña dosis de esperanza, y cumpliendo con lo que le prometí, aquí dejo la foto por si alguien del sexo femenino se atreve a darle un beso al batracio. Lo mismo se reconvierte en príncipe y resulta ser propietario de un hermoso château en el Loira… qui sait.



sábado, 21 de abril de 2012



18 ABRILES CUMPLIÓ MI PEQUEÑA GLORIA




Mi pequeña... 18 abriles cumplió ayer. Son estos detalles los que te hacen tomar consciencia del paso del tiempo. Por razones tácticas, el cumpleaños lo celebramos hoy, y me llena de satisfacción que hayamos logrado hacer para ella un literal cumpleaños feliz, su 18 cumpleaños.

viernes, 20 de abril de 2012

EL GATO DEL CONDE DE BRISSAC

No sé si sería el gato del Conde, pero el caso es que por allí andaba, rondando y ronroneando por los jardines del château con ademanes de aristócrata. Se dejó acariciar con indiferencia, como noble que se deja besar la mano por un plebeyo en sumisa reverencia. Apenas rocé su noble cabeza, me presentó su noble culo para, supongo, largarme su noble tufarada, esa que largan los gatos para marcar el territorio…jodido gato.

Me acordé de Mit… era todo lo contrario que este… amable, negro y plebeyo como yo. Ay si hubiera estado Mit por allí, se iba a enterar ese gato aristócrata y estirado, blanco como la neige de los Pirinneés, por eso de estar en la France.

El gato aristócrata al parecer era de los de “fotos no” y se hizo de rogar el puñetero. Para atizarle esta toma me tuve que tirar al suelo hasta quedar por debajo de su nivel… es lo que toca cuando un plebeyo se topa con uno de la nobleza… No fue hasta entonces cuando pude fotografiar al gato albino de los cojones, el puto gato estirado del Conde… Así vengan los ratones de Monsieur Guillotiné y te corten el pelo al cero, minino arrogante.


jueves, 19 de abril de 2012

WELDER MAN (El color del Alma)




Negro sobre gris, blanco de los ojos… qué más da. El alma de los hombres nace sin color, sólo se tiñe con el paso del tiempo, con las influencias, con las experiencias… el factor humano.

Dependerá de todo lo anterior que las almas sean puras o infames, que alberguen buenas o malas intenciones, que sientan orgullo o desprecio, con independencia de su raza o de su sexo.

Un negro fotografiado por un blanco, ambos bajo la lluvia, ambos en la misma guerra, con distintas ideas, con distinto credo, pero en el fondo tan iguales si partimos de la base de que en origen, nuestras almas no tenían color.


Parece que no, pero aún quedan muchos condicionantes que resolver por el bien de la humanidad… blancos racistas, negros racistas, gitanos racistas, árabes racistas, judíos racistas… Paradójicamente, habría que hacer una limpieza étnica de todos estos, los racistas de distintas razas, seres que nacieron con el alma sin color como el resto de los mortales, pero que optaron por teñirla de sangre y odio…
Negro sobre gris de mirada blanca… ya escampa, volvemos al curro compañero.

martes, 17 de abril de 2012

NACISTE CON MALA ESTRELLA...

Como viene a decir esa canción de la BSO de Los Soprano…“Naciste con mala estrella y una luna triste en tu mirada…”


Tal vez muchos estemos abocados a acabar así, y ya no es cuestión de tener buena o mala estrella, simplemente pasa que los que manejan las finanzas, las primas de riesgo y toda esa parafernalia artificial basada en intangibles, ideada para enriquecerse a costa de empobrecer a los demás, están empeñados en sumirnos en la miseria a muchos de nosotros. Dicen que la red nos hace más libres, yo lo que creo es que la red facilita que nos arruinen más rápido. De un día para otro, a un hijoputa de Wall Street se le ocurre subir la prima de los cojones de un país porque se lo dijo Snoopy, y provoca su declive a golpe de teclado…

“Te levantaste por la mañana y te compraste una pistola…
…Mamá siempre decía que serías el elegido…
… Decía, eres uno entre millones, tienes que arder para brillar…
Naciste con mala estrella y una luna triste en tu mirada.”

Pudiera acabar siendo toda una declaración de intenciones para más de uno.

domingo, 15 de abril de 2012

LE TRAIN EST PARTI...

Le train est parti. Il no reviendra pas…
Una putadé mademoiselle, pero así es la vie. Al chico le dio por ti durante una temporada, pero sintió la llamada… l´appell. Lo que no sé es de qué o de quien, el caso es que subió al tren una hora antes que tú y se fue sin decirte si viajaba al norte o al sur, el muy cabrón. ¿Cómo se dice cabrón en francés? ¿Cabroné? Eso… bâtard. Pues el muy bâtard se fue y te dejó tirada sur la plataforme de la quai numéro deux de la gare de Puyoô.

¿Y qué le vas a hacer? Dites-moi? Así es la vie, ya te lo he dicho fille, yo de ti no le daba más vueltas al asunto… ne plusierus spire pas a la question. A fin de cuentas el tipo tampoco era un partido para tirar cohetes, con esas pintas… ya sabes, vestido de Cochino& Marrana, tout depiladé, y apestando a fragancia unisex que confunden a la especie, porque con esos olores tan ambiguos es difícil saber a qué atenerse. Mira a la de buscando a Jacks, ha gastado el presupuesto en combustible para la moto y todavía no lo ha encontrado. Y es que los tipos que se perfuman profusamente y ocultan los ojos tras enormes y oscuras gafas de diseño, no son de fiar…ne sont pas fiables.

El tipo se fue, a saber con quién y por qué. Pero tú no te apures que ya vendrá otro… o no. El caso, mon cher ami, es que la vida sigue, la vie continue, y no te tienes que obcecar con que el tontolava de Gerard ha cogido las de Villadiego sin ti. ¿Cómo te explico eso de las de Villadiego?... da igual. Le train est parti.Il ne viendra pas Monic… Est-ce que tu comprends?

En cualquier caso te queda la opción de la venganza… la vengance, un plat qui se mange froid… n'est-ce pas? Pues eso, por un módico precio podría localizarlo y hacerle la corbata colombiana, aunque lo recomendable es que parezca un accidente. Ya es hora de que me presente. Mon nom est Serpico, especialista en liquidar casos de mujeres despechadas… ¿Filles despechés? … eso, filles racunier. Pasaba por aquí, y al verte pensé, cette fille a besoin de mes services, aparte de que está una jartá de buena.

Eso está bien Monic, esa sonrisa me gusta. Hablaremos de mis honorarios en otro momento. Ahora tomemos un café. Le train est parti. Il no reviendra pas. La vie continue, mais pas pour Gerard…je je je je… Pour votre santé Monic et, désolé pour mon français malheureux.





sábado, 14 de abril de 2012

SIEMPRE HAY UNO QUE LA TIENE MÁS GRANDE…




En esto, como en casi todos los órdenes de la vida, siempre hay uno que la tiene más grande… la óptica.

Estás jugueteando con la tuya junto a uno que maneja una más pequeña y te crees que eres el rey del mambo hasta que aparece uno con una más larga y pesada, más aparatosa y eficaz para penetrar… en la imagen.

Entonces haces como hacía el que estaba a tu lado y la tenía más pequeña, disimulas y procuras que no se vea demasiado, pues parece como si fuera menos efectiva por el mero hecho de ser más corta, menos pesada y menos eficaz para penetrar… en la imagen.

Pero no debemos acomplejarnos por tenerla más pequeña que otro, pues con una más pequeña se penetra menos pero se abarca más, es más luminosa y fácil de manejar, y el menor peso beneficia a la espalda, pues con una más larga y pesada al final se resienten los lumbares… me refiero a la óptica.

Como en casi todos los órdenes de la vida, todos los tamaños tienen cabida, pues donde no entra una, entra la otra, y mientras una alcanza más y abarca menos, la otra alcanza menos pero abarca más, y así se mantiene el equilibrio en este juego apasionado, delirante, sensual, y estimulante… me refiero a la fotografía.

jueves, 12 de abril de 2012

LOS SURCOS DEL TIEMPO… LOS SURCOS DEL ALMA

El paso del tiempo actúa sobre los seres humanos como el agua cuando orada la tierra, el paso del tiempo nos marca, a unos más, a otros menos, pero nos marca la piel y sobre todo el alma.
El paso del tiempo genera surcos como los que se generaban en las grabaciones mecánicas de los antiguos discos de vinilo, de manera que cada ser humano tiene grabada su propia banda sonora, marcada en la piel y sobre todo en el alma.

Las pieles con surcos más profundos suelen estar vinculadas a baladas tristes, al blues, o al desgarrador sonido del cante jondo. Pieles curtidas por el sol o el salitre, pieles maltratadas por el frío o por los malos hábitos, surcos profundos potenciados por los castigos que infringe la vida a algunas personas, por el trabajo duro o por la mera lucha por la supervivencia, surcos que se generan como transmitidos por un pantógrafo que interconexiona la realidad vivida con lo más profundo del ser humano… el alma.
Con todo hay quien se empeña en disimular los surcos de la piel recurriendo a la cosmética, más esta no disimula los surcos del alma…no nos llevemos a engaño.

Los surcos profundos no tienen por qué ser necesariamente fruto o producto de la desgracia. Los surcos profundos en la piel me transmiten la confianza que inspiran aquellos que han luchado en la vida y que han ganado el pan y el prestigio a base de su propio esfuerzo. Los surcos profundos me inspiran bravura, coraje y tesón…confianza.

No sé qué banda sonora lleva grabada este vendedor ambulante en su rostro, y mucho menos en su alma, pero me da que suena a cante jondo y al resuello de las personas que no lo tienen fácil en la vida. Con todo esboza una sonrisa y una mirada desafiante que le imprime carácter, con ese cigarrillo que mata poco a poco sus pulmones, un mal hábito que forma parte de la partitura de la banda sonora de este hombre, de esos surcos de su piel y sobre todo de su alma.

Como a todos, en mayor o menor grado, el transcurso del tiempo seguirá marcándome surcos en la piel, surcos que no pienso disimular con cremas porque no me avergüenzo de ellos y pretendo envejecer con dignidad, la dignidad de los viejos de antaño, como mi abuelo Sebastián. Los surcos también se me marcarán en el alma, los surcos de un blues con final feliz gracias a la gente que me quiere, porque lo que importa es eso, y aunque en mi vida no lo he tenido fácil, me siento orgulloso y me identifico con los surcos de la piel de este hombre, con su mirada, con su sonrisa socarrona del que viene de vuelta de todo, más no con su maldito cigarrillo, ni con los surcos de su alma, pues para eso es suya y para eso yo tengo la mía.

Los surcos del tiempo, los surcos del alma… el sentido de la vida.



miércoles, 11 de abril de 2012

El VIEJO DE LA BICICLETA



Me he cruzado con él en muchas ocasiones, siempre acompañado de su bicicleta, una vieja BH de barra de las de entonces, aquellas de un solo piñón con relación de cambios en las piernas, relación de cambios que al buen hombre ya no le funciona como es debido, como le pasa a casi todo con paso del tiempo. Cuando llega a un repecho desciende de la bicicleta y lo salva caminando, sin prisa pero sin pausa.

Me he cruzado con él en muchas ocasiones, al amanecer, al medio día, al atardecer y al oscurecer, con sol y con lluvia. No tiene prisa, o si la tiene, no puede ir más rápido, y algo me dice que a donde va cada día, tiene que ir por cuestión de mera supervivencia, porque hay retiros y retiros, retiros de sillón, puro y Martini seco, y retiros de pedaleo todo tiempo, pedaleo incesante, con pensiones que son un insulto para la dignidad del hombre.

El buen hombre se juega el tipo cada día pese a ir lento, desafiando al tráfico, a las inclemencias y a la fatiga intrínseca al pedaleo a ciertas edades, sin chaleco reflectante, sin casco, sin culote, a palo seco y con mucha voluntad. A donde va y de donde viene no lo sé, pero los lugares en los que me crucé con él son distantes, tanto como la distancia que le separa de su juventud, pero ahí sigue el buen hombre, luchando a su edad, después de haber pasado por la guerra, la dictadura y el racionamiento, que se sepa.
Me he cruzado con él en muchas ocasiones, aunque pronto dejaré de hacerlo porque me marcharé… Mejor así, pues sería triste dejar de verlo debido a que se marchase él con su vieja BH, hacia las puertas de un cielo sin repechos que salvar a pie.

DEDICADO A VÍCTOR, EL REY DE LAS BICICLETAS

martes, 10 de abril de 2012

ELLE ATTEND LE TRAIN


Elle attend le train… que se dice en gabacho. Hacía un froid de los que te dejan las oreilles más tiesas que una vela cangrejera azotada por el lebeche… tres grados sobre cero y una humedad de padre y señor mío.

Allí estaba ella - llamémosla Michelle – en la gare de Puyôo, fumando un pitillo mientras paseaba por el andén número 1 para las departeures hacia Pau y Tolouse. Michelle esperaba al cercanías de las 08:15 en una estación casi desierta, y digo casi, porque había un tipo que olía a español, enredando con una cámara de fotos cuyo clack clack resonaba cada vez que ella se daba la vuelta.
Entre tanto, Michelle tal vez pensaba en las pocas ganas que tenía de aguantar al cabrón de su jefe, monsieur Lacornude, que de cuernos debía entender un oeuf de canard y que estaba quizá, a cargo del departamento de correos de Orthez. Para colmo ese froid del coponé, con lo bien que se está en la maisón.

O quizá el coeur de Michelle latía nervioso por la emoción ante el inminente encuentro secreto en una gare intermedia entre Puyôo y Lacq, con Pierre , su amor interdite, que regentaba una frutería especializada en coles de Bruselas y mazorcas transgénicas.
El caso es que allí estaba Michelle, y yo tras ella, disparándole a traición avec la camerá, cada vez que me daba la espalda. Mas je crois que ella se daba cuenta y se hacía la interesante, paseando coquette de aquí para allá, por el andén número uno de la gare de Puyôo, pegando caladas al cigarrillo en medio de la niebla y con un frío de los que hacen que el grajo vuele bajo.
Debía darse cuenta porque cada vez que pulsaba el disparador de mi réflex, el cerrojazo del espejo resonaba como un trueno en la silenciosa estación. Pero ella se hacía la sueca pese a ser francesa.

Dun dan ding¡¡ dun dan ding¡¡ Llegó el cercanías con la puntualidad característica de los trains de la Societé Nationale de Chemin de Fer (creo que se escribe así) y Michelle subió a bordo…
Ella se fue… aurevoir Michelle… se perdió entre la niebla… fue jolié mientras duró.



LOS CAMINOS DE LA FE (Religiones, tribus y otras especies)



Me parecieron testigos, testigos de algo, o de alguien, de esos que predican carpeta en mano y con sonrisa perenne, que queda poco tiempo para que el mundo se vaya al cuerno, que hay  preparado un avión con plazas limitadas con destino al cielo, para los buenos, y que los malos nos quedaremos en tierra con dos palmos de narices y con los cojones ardiendo.

El caso es que los cuatro caminaban por delante de mí por territorio charlie, una de esas zonas tomadas por tribus urbanas… Sí, porque ahora resulta que involucionamos y volvemos a las tribus. Punkis, emos, pokemones, mamones, góticos, narcóticos, skinds, pijos, matracas, nonainos, ultras, antisistema, mods, heavies, nietas, mareros, majaderos… Cada uno de su padre y de su madre pero con un denominador común, todos tienen una pedrada dada.

Supuse que esos cuatro cruzados de lo divino que llevaba delante, uniformados con sus camisas blancas y con su correspondiente chapa de identificación, que los acredita como enviados del dios de los últimos días del año que viene, tenían como misión convencer a estos descerebrados para que no cogieran el sendero equivocado, y explicarles que con esas pintas no te dejan entrar en el cielo… difícil misión por cierto.

Pero los chicos de la camisa blanca pasaron de largo el barrio de las pintadas y continuaron caminando, coincidiendo con la misma dirección que yo seguía. Durante el trayecto a pie, me pregunté a qué tribu perteneceré yo, con lo cabrón que soy. El caso es que no comulgo con ningún colectivo, entre otras cosas porque prefiero tomar mis propias decisiones, del mismo modo en el que procuro buscarme la vida sin marear a nadie. Los rojos me consideran azul y los azules me toman por rojo, pero lo cierto es que yo me pongo la pintura que me sale de los cojones. Rompí la uniformidad, en la medida de lo posible, incluso cuando estuve en el ejército.

En cuanto a las creencias, también lo tengo claro. Las respeto todas, siempre que no interfieran en mi trayectoria. Me rijo por una premisa que no es infalible, la de hacer las cosas de manera que pueda tener la conciencia tranquila. Si luego resulta que al espicharlas tengo que rendir cuentas ante un ser superior, con todo respeto le entregaré el expediente de mi paso por este mundo y esperaré el veredicto por mis actos. Si me mandan al infierno, algo habré hecho mal, mas, por ser hipócrita no será... o quizá sí. No soy perfecto, un ser impecable, y también tengo mi pedrada dada.


Continuando con el paseo,  los camisas blancas cruzaron la ancha calle de un barrio decente en apariencia, y entraron en un edificio bien parecido, equipado con instalaciones deportivas. Junto a la puerta de edificio había una placa en la que se leía “La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”

Son  yankees, pensé, mormones que siguen la estela de un tal Joseph Smith. En 1830 fundó esta comunidad a raíz de una supuesta aparición de Dios que dijo haber tenido a los 14 años, en la que le reveló la necesidad de constituir la iglesia verdadera. Así que, como no había bastante con la católica, la protestante, la musulmana, la hinduista, la budista o la judaista, se sumaron estos del Joseph y los santos de los últimos días del mes de marzo en Massachusetts, que tienen una pinta de agentes de la CIA que no pueden con ella.

Y yo en medio, entre tanta tribu y tanta religión, caminando por los designios que marca mi conciencia, capeando los temporales con o sin ayuda divina, y preguntándome dónde cojones estará mi tribu, y a qué deidad se encomiendan…

De momento es mi querida esposa quien se encarga de rezar por mí, y con lo persuasiva que es, si existe, seguro que Dios le hace caso.



lunes, 9 de abril de 2012

DIALOGOTOMÍA: Yesterday's moon (con música de Wojciech Kilar)

DIALOGOTOMÍA: Yesterday's moon (con música de Wojciech Kilar)
Veamos... sigo en periodo de pruebas con esto del blog, llamémoslo pruebas de mar, que son las que se hacen después de la botadura y armado de un buque. Puesto que la cosa va de buques, voy a probar colocando este texto junto a la foto de la maqueta del majestuoso Titanic que concluí hace unos días. Esperemos que el experimento no se vaya a pique… Vamos allá.

ARROYO... ESE TÍO: He decidido embarcarme en esto de los blog… al fin...

ARROYO... ESE TÍO: He decidido embarcarme en esto de los blog… al fin...: He decidido embarcarme en esto de los blog… al final las nuevas tecnologías podrán conmigo, pero es lo que hay, adaptarse o morir. No tengo ...
He decidido embarcarme en esto de los blog… al final las nuevas tecnologías podrán conmigo, pero es lo que hay, adaptarse o morir. No tengo ni puñetera idea de cómo funciona el invento, de hecho, no tengo claro si recordaré si quiera cómo entrar en mi propio blog, ni si seré capaz de contactar con otros blogueros… o como cojones se llame. Pero aquí estoy, dispuesto a morir en el intento. Tengo muchas cosas que contar, sobre todo experiencias, pero aun no tengo claro como las voy a organizar porque todavía no sé cómo gestiona este invento las cosas. He pensado dejar este como bolg general para expresar mis ideas, mis opiniones o para descargar mi mala leche, y como tablón de anuncios para otros blog dedicados a asuntos más concretos (experiencias de buceo, mis aventuras y desventuras, etc). En fin, de momento tengo la impresión de estar escribiendo para una pared, la sensación de estar haciendo el gilipollas, pero es lo que tiene enfrentarse a las nuevas tecnologías sin tener demasiada idea sobre el asunto, porque a medida que inventan cosas nuevas, voy sabiendo menos. Aquí queda Arroyo… Ese tío.