Las agencias defensoras de los derechos
del consumidor intervinieron para obligar a los fabricantes a acabar con la
obsolescencia programada, y se implementaron leyes comunitarias para garantizarlo.
Pero los fabricantes, en
particular los que producen aparatos electrónicos, se han asegurado otra vía
para no cumplirlas bajo la apariencia de una mejora funcional. Me refiero a
procurar que todos los equipos (ratones, auriculares, altavoces, maquinillas de
afeitar, etc.) dejen de estar suministrados de energía por cable o por baterías
reemplazables, pasando a utilizar las baterías recargables no reemplazables, de
manera que, una vez agotada la capacidad de carga, se fuerza la obsolescencia
del dispositivo completo. Dicho de otro modo, se trata de una obsolescencia
reprogramada.
Por poner unos ejemplos: los
dispositivos móviles están dejando de incorporar la conexión por cable de 4.5 mm,
para forzar la utilización de auriculares inalámbricos. Otro ejemplo son las
máquinas de afeitar con baterías recargables incorporadas. Muerta la batería,
muerta la maquinilla, por muy limpia y engrasada que se mantenga. Y, para finalizar,
los ratones de ordenador. Tengo uno inalámbrico que funciona con una pila tipo
AA que tiene cinco años y sigue operativo desde el punto de vista electrónico, pero,
debido a la obsolescencia aplicada a los materiales, los plásticos se están
degradando. Lo reemplacé por otro de los que vienen con la batería recargable
no reemplazable, y me juego el cuello a que durará menos que el anterior a
cuenta de la duración de la misma. De hecho, con apenas un año, ya muestra
signos de agotamiento y, cuando se descarga, lo hace en el instante más inoportuno.
El cable de recarga es lo suficientemente corto como para que resulte molesto
para operarlo con una conexión USB.
En definitiva, nos toman por
idiotas, y no les falta razón. No será la primera vez que alguien me vende las
bondades de los dispositivos con baterías recargables, y cuando lo hacen, les
enseño mi reloj Casio de buceo con caja de acero y treinta y cinco años de tralla,
que solo demanda una pila 1.50 V cada dos años, con un coste por unidad de 0,50
euros.
martes, 22 de julio de 2025
OBSOLESCENCIA REPROGRAMADA
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