Esta mañana a
primera hora, conté en la playa a seis personas adultas, un bebé, y diecisiete
perros. Esto confirma la estadística que revela que en Cádiz ya hay más
mascotas que niños.
Al hilo de
esto, leo que el ayuntamiento de Cádiz permitirá el nudismo y la estancia de mascotas
(perros) en la zona comprendida entre el Ventorrillo de El Chato y Torregorda.
Podría tratarse de una medida adoptada por el anterior alcalde, el Kichi de
marras, pero resulta que estas propuestas tan propias de las izquierdas, las va
a adoptar un alcalde del PP. Y es que cuando se trata de captar votantes
potenciales, la línea de las diestras y siniestras se difumina tanto, que acaba
confirmándose que son los mismos pero con distinto collar.
A mí que la gente
se despelote en la playa me la trae al pairo, allá ellos si les salen
carcinomas en la minga, o ellas, si se les meten pellets por el chichi. En
cuanto a los perros correteando por la playa, habrá un porrón de papis y mamis
de perros, perras y perres, que estarán encantados con la medida (lo que podría
traducirse en votos para el PP). A fin de cuentas, son amantes de los
animalitos… matizo; de sus animalitos. Y matizo aún más; de sus bebés mascotas,
no vayamos a joderla.
Las mascotas
tienen derecho a corretear por la playa y a impregnar de orines la arena como
hacen los humanos, faltaba plus, mas, éramos pocos y parió la perre. Los
animalitos tienen todo el derecho; esos animalitos.
Pero hay otras
especies de animalitos menos populares. Por ejemplo: el chorlitejo común, oiga.
Y resulta que el hábitat natural de esa especie avícola en peligro de extinción,
es precisamente la zona habilitada para el correteo de perros con sus papás y
mamás humanos, despelotados o no. Pero el chorlitejo común no da votos, y ahí
está el quid de la cuestión de esta política de conveniencia. Los chorlitejos
acabarán desplumados, y por tanto, en pelotas.
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