DONDE EL VIENTO DÉ LA VUELTA.
Esta frase se la escuché esta mañana a un pescador de Puerto
Real:
"Cuanto más lejos mejor. Donde el viento dé la
vuelta"
Donde el viento dé la vuelta... ¿No es genial? Podría
utilizarse para enviar a la mierda a alguien de manera elegante... "Vete a
donde el viento dé la vuelta". O para emplazarse lejos de algún lugar...
"Estoy donde el viento da la vuelta" o "Me voy a donde el viento
da la vuelta".
Esto es lo que entiendo por lengua viva, la que emerge de
las aguas calmas del mar de manera espontánea, no la que diseñan en los
despachos de los políticos o durante una tormenta de ideas de una empresa
publicitaria. Que se vayan a donde el viento da la vuelta... bien lejos.
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