domingo, 7 de abril de 2024

NO REPOBLACIÓN

He aquí otro ejemplo de sostenibilidad ecológica que te rilas. Se les llena la boca con esa terminología, me refiero a los gobiernos de turno estatales o autonómicos, y allá que se lanzan, en este caso, a repoblar la serranía, previo el boato correspondiente de cara a la galería; colocación del primer esqueje protegido con malla metálica por el político de turno, con los medios de comunicación afines dando cuenta del evento, comida de celebración que no falte, y mucho parné en juego, para que trinquen unos pocos. Después, si te vi no me acuerdo.
En la foto, el esqueje tiene menos posibilidades de prosperar que un puesto de estampitas religiosas en la puerta de un burdel, entre otras cosas porque la malla metálica que tenía que protegerlo, está destrozada por los vándalos y las inclemencias meteorológicas. Por supuesto, de mantenimiento y vigilancia, cero.
¿Pero por qué llegan los vándalos a lugares, en teoría, tan remotos? Porque los esquejes están diseminados en las inmediaciones de las veredas señalizadas por los mismos organismos (Diputaciones, ministerios de medioambiente, etc.) que animan a la visita masiva de estos parajes, para sacar rédito económico a costa de lo que sea, que no suele ser sostenible. A los agentes forestales, ni se les ve, ni se les espera, es muy cómodo dar vueltas en los 4x4 sostenibles, esperando la hora del desayuno de dos horas, porque el funcionariado, salvo honrosas excepciones, se lo monta así de bien. Los únicos que se lo curran de verdad son los cabreros que se patean la serranía, sosteniendo el entorno con los rebaños de cabras. Todo es una farsa y un despropósito.



 

 

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