He aquí otro
ejemplo de sostenibilidad ecológica que te rilas. Se les llena la boca con esa
terminología, me refiero a los gobiernos de turno estatales o autonómicos, y
allá que se lanzan, en este caso, a repoblar la serranía, previo el boato
correspondiente de cara a la galería; colocación del primer esqueje protegido
con malla metálica por el político de turno, con los medios de comunicación
afines dando cuenta del evento, comida de celebración que no falte, y mucho
parné en juego, para que trinquen unos pocos. Después, si te vi no me acuerdo.
En la foto, el
esqueje tiene menos posibilidades de prosperar que un puesto de estampitas
religiosas en la puerta de un burdel, entre otras cosas porque la malla
metálica que tenía que protegerlo, está destrozada por los vándalos y las
inclemencias meteorológicas. Por supuesto, de mantenimiento y vigilancia, cero.
¿Pero por qué
llegan los vándalos a lugares, en teoría, tan remotos? Porque los esquejes
están diseminados en las inmediaciones de las veredas señalizadas por los
mismos organismos (Diputaciones, ministerios de medioambiente, etc.) que animan
a la visita masiva de estos parajes, para sacar rédito económico a costa de lo
que sea, que no suele ser sostenible. A los agentes forestales, ni se les ve,
ni se les espera, es muy cómodo dar vueltas en los 4x4 sostenibles, esperando
la hora del desayuno de dos horas, porque el funcionariado, salvo honrosas
excepciones, se lo monta así de bien. Los únicos que se lo curran de verdad son
los cabreros que se patean la serranía, sosteniendo el entorno con los rebaños
de cabras. Todo es una farsa y un despropósito.
domingo, 7 de abril de 2024
NO REPOBLACIÓN
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