Qué pasa con los generales y los almirantes retirados. ¿No llegan a fin de mes? Ahora los veo metidos a “expertos gabineteros” en la telebasura, que ya es caer bajo después de recibir tantas medallas. Lo que más me choca es que cada cual cuenta la historia según le parece. Es como si compitieran entre ellos para ver quién es más original. Y luego están los vaticinios… no dan una. Algunos incluso aprovechan para hacer cuña promocionando sus libros, solo les queda decir aquello que dijo Umbral; “He venido a hablar de mi libro”.
No puedo negar que no simpatizo con el generalato ni con el
almirantazgo, tengo ese puntillo sargento Highway. A fin de cuentas, salvo honrosas
excepciones, ven las batallas como los políticos las necesidades de la gente,
desde la distancia de sus puestos de mando sin reparar en las miserias de la primera
línea del frente. A los generales y almirantes los promociona el gobierno de
turno, más por ideas que por méritos, y cuando terminan su periplo militar toman
la puerta giratoria hacia alguna industria privada del ramo militar o de
inteligencia, o en el más lamentable de los casos, acaban de gabineteros en un
medio de comunicación basuril para colaborar en la desinformación del
populacho. No sé si es una cuestión de adicción al dinero, a la notoriedad, o a
ambas cosas.
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